EL ADN DE LA SEMANA

No a la energía solar

Un pueblo de EEUU vota contra la construcción de una planta de energía solar con argumentos carentes de consistencia

PERE PUIGDOMÈNECH

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Un pueblo del estado de Carolina del Norte, en Estados Unidos, ha votado contra la construcción de una planta de producción de energía solar en su territorio con argumentos que sabemos que no tienen ninguna consistencia, pero por ahora habrá moratoria. No es la primera vez que se utilizan argumentos de este tipo a la hora de tomar decisiones sobre la producción de energía.

El concejo municipal de Woodland, en Estados Unidos, ha rechazado un cambio de uso de unos terrenos del pueblo que habría permitido instalar paneles fotovoltaicos. Parece que algunos vecinos consideran que hay demasiados paneles solares, que estos destrozan el paisaje y que el pueblo no recibe nada a cambio. Un concejal fue más lejos y afirmó que los paneles solares absorben la radiación solar y no permiten que se desarrollen los cultivos de los alrededores, y, evidentemente, que producen cáncer.

DAÑOS AL PAISAJE

Este caso puede parecer especialmente sorprendente porque no hay ningún dato que avale ni de lejos estos argumentos. También en otros casos se organizan acciones contra las eólicas porque alguien afirma que le causan vómitos o contra las conducciones eléctricas porque dan dolor de cabeza, y un largo etcétera. No cuesta nada aceptar que los paneles solares son feos, que los molinos eólicos o las torres de conducción eléctrica destrozan el paisaje y afectan el vuelo de las aves, sin tener que acudir a argumentos de salud u otros para espantar a los vecinos.

La semana pasada concluyeron las negociaciones de París sobre el cambio climático, causado en gran parte por la manera como producimos y utilizamos la energía. Ya es un gran paso que todos los países del mundo reconozcan que el problema existe, y que hay que buscar soluciones. Pero todos, incluyendo a los habitantes de Woodland, usamos la energía eléctrica para mantener nuestro sistema de vida y la electricidad hay que producirla. Si no queremos que se produzcan gases ni queremos residuos nucleares tal vez habrá que explotar la energía solar en paneles que ni absorben la energía ni producen cáncer. Que le hagan daño a algún paisaje ya es otra cuestión.