El PSOE terminará apoyando a Rajoy

Felipe González ha coronado a Susana Díaz como futura secretaria general de los socialistas

La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, conversa con el expresidente del Gobierno Felipe González.

La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, conversa con el expresidente del Gobierno Felipe González. / periodico

CARLOS ELORDI

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Toda la incertidumbre del actual momento político pasa por el PSOE. Y se resume en una pregunta: ¿permitirán los socialistas que el Congreso apruebe los presupuestos del Gobierno de Rajoy? La impresión es que terminarán haciéndolo. Habrá idas y venidas, fintas y sobresaltos, pero los exponentes del poder real que aún sigue teniendo el PSOE, el autonómico, el municipal y el institucional, carecen de otra salida. Aunque para imponerla vayan a propiciar un mayor deterioro interno del partido.

Que los parlamentarios socialistas acaben de sumarse al resto de los partidos para iniciar el desmontaje de la 'ley Wert' y que, finalmente, el PSOE haya negado su voto al exministro Fernández Díaz podría hacer pensar lo contrario. Pero esas iniciativas pueden ser perfectamente compatibles con que los socialistas permitan que se apruebe el techo de gasto y luego los presupuestos.

Porque el PP estaba dispuesto a retocar la LOMCE, al menos en lo que se refiere a la supresión de las reválidas. El pacto educativo que quiere el ministro Méndez de Vigo pasa por reformar ese texto. Habrá que ver hasta dónde, pero está claro que en ese capítulo el PSOE no le ha hecho una afrenta insufrible a Rajoy. En cuanto al nombramiento de Fernández Díaz, lo más significativo y que confirma la voluntad socialista de entenderse con el PP, es que, desde un primer momento y hasta el último minuto, su jefe parlamentario, en sintonía con Javier Fernández, estuviera por validar la decisión del PP.

Que al final Antonio Hernando haya vuelto a desdecirse indica que el PSOE está seguramente peor de lo que se piensa. En Madrid se cuenta que han sido las presiones de personas muy próximas a la comisión gestora las que han propiciado ese cambio. La convencieron de que apoyar al exministro reprobado iba a favorecer a Podemos y dar nuevos argumentos a la campaña de Pedro Sánchez. Y también que el PP podría comprenderlo. Lo sorprendente e inquietante es que la comisión no hubiera hecho ese análisis hace una semana.

Por tanto, la línea oficial inaugurada con la abstención en la investidura se mantiene. La pregunta es cuantas meteduras de pata de los actuales dirigentes provisionales se producirán antes de que se celebre el congreso que debería acabar con su interinidad. Hay quien piensa que su celebración se va a acelerar para que sean las menos posibles. Felipe González, la única referencia de liderazgo que queda en el descompuesto PSOE, parece haberlo así entendido. De ahí su encuentro público de este jueves con Susana Díaz en Sevilla. Hace mes y medio propició la defenestración de Pedro Sánchez. Este jueves ha coronado a la presidenta andaluza como futura secretaria general del partido.

Los que mandan en el PSOE tendrán antes que pasar el trago de los presupuestos. Habrá que ver cómo lo escenifican. En lo que se van a andar con menos miramientos es a la hora de poner al PSC en su sitio. Esta semana han castigado a los de 'no'. Pronto les quitarán sus derechos de voto en Madrid.