La próxima batalla de Trump

RAFAEL VILASANJUAN

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Prácticamente todos los frentes en los que Trump marcó terreno durante su campaña están en marcha. México, la puerta cerrada a los musulmanes, Irán o el Obamacare ya han visto órdenes firmadas para avanzar si la justicia, último obstáculo al antojo voraz de Donald Trump, no lo impide. Pero entre todas la de Naciones Unidas es todavía una batalla pendiente ¿Qué va a hacer el presidente?

Después de que el Consejo de Seguridad condenara nuevos asentamientos de Israel en territorio palestino, un tweet del presidente lamentaba que Naciones Unidas no sea más que un club de encuentro para pasar el rato, algo que cambiar en cuanto llegara a la casa Blanca. La critica a Naciones Unidas no es nueva y en manos de cualquier otro presidente hubiera sido una buena noticia que los EE.UU quisieran reformar el sistema.

Mientras la organización se ocupa cada vez de mas misiones de paz y humanitarias, su burocracia ha sido siempre tema de controversia. Desde el papel de las operaciones de paz en África a la reconstrucción de Afganistán, hay múltiples escenarios en donde su acción muestra serias carencias, por no hablar de fracasos como el genocidio en Ruanda. Pero en boca de Trump ninguno de estos aspectos parecen relevantes, su propuesta de pasar a la acción suena no tanto a una reforma seria, sino mas bien una amenaza.

CRISIS EXISTENCIAL

Las ONU se puede enfrentar a su crisis existencial mas importante. EEUU, principal financiador, aporta un cuarto de los fondos. La nueva embajadora, Nikki Haley, ya ha anunciado que su país va a buscar el retorno de todo lo que pone. Una manera absurda de entender la función de las instancias multilaterales, que acaba chocando siempre con líneas rojas como el conflicto palestino, el cambio climático o la justicia universal.  Ningún presidente tuvo tan poco afecto a la ONU y aunque Trump no puede eliminar las contribuciones ordinarias sin pasar por el  Congreso y renunciar a tratados internacionales, en las contribuciones voluntarias ya ha filtrado la voluntad de un recorte del 40%.

Para quien su política exterior se resume en dos palabras -“América, primero”- no es extraño pensar que los organismos internacionales no sean aliados. Pero ¿Le conviene a Trump abrir la batalla contra las Naciones Unidas? EEUU no puede estar en todos los conflictos ni hacer frente por si solo a la lucha contra la pobreza y desigualdad global, factores que generan inseguridad. Gracias a la ONU  se ha avanzado en legislación antiterrorista en más de un centenar de países incluyendo Afganistán, Irak, Nigeria o Marruecos. Un marco que favorece los intereses globales, pero sobre todo que obedece a la visión americana, por encima de la de China o Rusia. Con una aportación de 3.000 millones de dólares anuales (2.820 millones de euros), EEUU tiene un poder inigualable sobre la ONU. Aunque la cantidad no es despreciable solo significa el 2% de su gasto total en defensa. Aun así, la batalla está abierta y el futuro de la ONU depende de este presidente imprevisible. Otra más.