DOS MIRADAS

Pringados

La moderación salarial que aconseja el Banco de España, sumada al alza del IPC, se traduce en que seguirán pringando los asalariados. ¿Incoherencia? Más bien, desvergüenza

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde.

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde.

EMMA RIVEROLA

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¡A la mierda el coche nuevo! Este tendrá que aguantar. Más bien agonizar. ¿Hasta cuándo? ¿Hasta el 2020? Anda, pues ya no podremos circular por Barcelona. Si es que encima de ir contando miserias, vamos contaminando. Todo son alegrías en casa del pobre.

El Banco de España estima que los asalariados no recuperarán poder adquisitivo al menos hasta el 2020. Según sus previsiones, la capacidad de compra bajará este año y seguirá por el valle de las carencias un par de años más por lo menos. La culpa, el incremento de la inflación por el encarecimiento del petróleo y la electricidad. Por el contrario, estima que PIB crecerá un 2,8%., incluso por encima de las previsiones del Gobierno. Pero, a pesar de este incremento, aconseja “moderación salarial”. Una moderación que, sumada al alza del IPC, se traduce en que seguirán pringando los asalariados. ¿Incoherencia? Más bien, desvergüenza.

¿Se ajustarán los sueldos de los altos directivos a esta llamada a la moderación? ¿Se apuntarán a circular por el valle de las carencias o dejarán ese trayecto tan vulgar a los mismos que llevan años pagando la factura de la crisis? Las previsiones macroeconómicas circulan por vías acomodadas, pero la desigualdad sigue creciendo. Una desigualdad amparada por los que nunca abandonaron sus asientos de cuero, por los que sortean todos los obstáculos y, encima, urden tretas para seguir burlándose de la mayoría. Pues nada, no hay coche nuevo a la vista.