La rueda

Presidentes atacados de los nervios

ANTÓN LOSADA

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Si usted se pregunta para qué va a servir la reunión entre Artur Mas Mariano Rajoy cuando el primero dice estar dispuesto a negociarlo todo y el segundo sostiene que no puede negociar nada, la respuesta está en el aire y en las noticias. Sirve para poner de los nervios a los presidentes autonómicos en capilla electoral, encrespar el ardor patriótico de la Fundación FAES y hacer que los socios de CiU, en eso que en Madrid llaman «el desafío soberanista», empiecen a tentarse las espaldas buscando algún puñal. Todo eso antes de verse. En el momento que se abran las puertas de la Moncloa puede haber más carreras que durante el primer día de aquellas rebajas de antes.

A los presidentes autonómicos conviene reconocerles la hiperactividad desarrollada durante los últimos días respecto a sus problemas de financiación. Ignacio GonzálezAlberto Fabra o Núñez Feijóo alzan su voz tras una legislatura de silencio ante los recortes dictados por el ahora insolidario Cristóbal Montoro. Puede que nadie sepa de qué van a hablar en Moncloa, pero por si acaso todos se llevan la mano a la cartera.

Hay que agradecerles a los firmantes del manifiesto contra el diálogo inspirado por la Fundación FAES haber demostrado dos cosas. La primera es que un grupo de ciudadanos puede manifestarse ante las puertas del Congreso de los Diputados sin vallas, policías y Cristina Cifuentes avisando un golpe de Estado. La segunda constata cómo aquí se puede hablar de todo hasta que alguien se empeña en hablar de algo en concreto.

Los compañeros de CiU en la consulta no ganarán para disgustos hasta el verano. Les esperan amargos días escuchando el socorrido «cariño, esto no es lo que parece». Mas y Rajoy han conseguido lo que pretendían. Recordarles a todos quién manda aquí.