La lucha por el poder en Catalunya

¿'President' Mas?

El gran desafío será la formación de un Govern coherente y plural como los que hacía Pujol

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JOAN Tapia

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Una reciente encuesta atribuye a CiU 65 diputados, a tres de la mayoría absoluta. La estimación de voto es difícil y la atribución de escaños –en muestras pequeñas– todavía mas. Pero sondeos serios de intención de voto (la que confiesan directamente los encuestados) confirman esta tendencia al alza. Quizá CiU no tenga 65 diputados (17 más que en el 2006), pero es probable que logre 58 o 60. El tripartito no tendría mayoría yMas,con más o menos problemas, sería investido. Y no se puede descartar que la tendencia le acabe dando la mayoría absoluta. ¿Por qué?

Primero, porque la crisis está castigando a todos los gobiernos europeos (e incluso aObama). La inclinación asortir les sortants, echar a los que gobiernan, es general. Y en España quizá más. Por la mayor destrucción de empleo, la ruptura de expectativas y porque el Gobierno tuvo que hacer, en mayo, un brusco giro en su política económica. Hace lo que debe pero, a corto plazo, no va a ayudar a los socialistas.

Segundo, porque las trifulcas del Estatut –incluso antes de la sentencia– perjudican la imagen deZapateroy del PSC, que fue quien más apostó por él como solución de futuro. Además, la sentencia acentúa el conflicto con su principal socio, ERC, que ya no votó el Estatut, lo que liquidó el primer tripartito.

La tercera razón es que en tiempos de tribulación la labor del Govern (que la ha habido) ha quedado sepultada por las disputas en el seno de la coalición. El Gobierno ha dado la sensación más de discutir que de gobernar. Y esto se ha visto agravado por una escasa (a veces nula) habilidad para comunicar y para colocar los mensajes en losmedia. Privados y públicos.

Al contrario,Artur Masha sabido mantener a CiU en la travesía del desierto –cosa que no parecía fácil en el 2004– y ha disparado sin piedad sobre el tripartito. MientrasMasyDuránse exhibían como buenos profesionales (antes lo fueronPujolyRoca), los líderes de la izquierda se han desdibujado. SalvoMontilla,que ha logrado encarnar solvencia, los dirigentes del PSC han quedado dañados por las alianzas. O como quejicas anteZapatero.Y los de ERC han parecido más entregados a marcarpaqueteindependentista y a la trifulca interna (jubilar aCarod) que a gobernar. Por ello, en plena incertidumbre,Masha trabajado, paso a paso, para superar aMontillacomo referente de orden en un panorama –económica y políticamente– bastante desquiciado. Y aunque sea algo contradictorio, quizá un soberanismo algo inconsistente conecta más con la Catalunya incómoda –e incomodada– que un socialismo desorientado. Por los ataques de la derecha y los de la izquierda. Por el españolismo atroz y por la pulsión delnosaltres sols. Y con la crisis como telón de fondo.

SiMasgana no será ya solo el hereu del pujolismo como en el 2003. Tendrá legitimidad para abrir una nueva etapa. Ese es su gran reto. No sólo confirmar los sondeos en las urnas sino también, luego, gobernar con otro estilo. La encuesta del CEO de abril le subía a CiU dos puntos su intención directa de voto (25%) mientras que el PSC se estancaba en el 17,5%. Una distancia de 7,5 puntos. Pero lo esencial era otra cosa.

Hasta febrero CiU ganaba porque tenía una fidelidad de voto (80%), muy superior a sus competidores. Pero en abril CiU consolidó su fidelidad y además recibió una fuerte transfusión de electores ajenos. Solo el 53% de los electores del PP aseguran que repetirán voto mientras un 16% dice que se irán a CiU y el 15% no saben lo que harán. Solo el 44% de los electores de ERC repetirán, un 19% emigrarán a CiU y un 13% no saben. Y en Ciutadans la transfusión a CiU (18,6%) supera a la del PP (17,4%). Incluso en el electorado del PSC ocurre algo así, aunque con menos intensidad: un 57% repetirán voto, un 15% no saben, y un 12,7% votarán aMas.

CiU tiene una gran fidelidad de voto (el doble que la de ERC) y recibe transfusiones de todas partes. La campaña lo puede alterar todo, pero hoy la tendencia es clara. Y la sentencia del Estatut (y las reacciones a ella) la pueden acentuar.

Pero Mas también tiene deberes. Gana porque incorpora gente muy diversa. Del PP y Ciutadans (españolistas que buscan orden y moderación), pero también de ERC (independentistas que buscan lo mismo). E incluso socialistas decepcionados. No es fácil aunar tantas sensibilidades. Y cuando sea percibido como ganador se le exigirá más coherencia.Masgana por sus virtudes (resistencia) y por los errores de los contrarios. Cierto quePujolyapescabavotos del PP y de ERC, pero ahora, tras la sentencia, es mas complicado. Y gobernar luego con un doble reto –pacificar la vida política y lograr más autogobierno– tampoco será fácil.Mases tenaz y conservador. Las listas al Parlament son continuistas. Ahora hay que ganar y el ruido interno molesta. El gran desafío será –si espresident– formar un Gobierno coherente y plural.

Pujollo lograba con su peculiar liderazgo.Mas,si gana, tendrá la misma autoridad. Pero el contorsionismo es mas fácil para unbotiguer, culto y listo, que para alguien educado en la disciplina (y rigidez) de Aula.

Periodista.