Los Premis Gaudí

Los Gaudí han crecido mucho después de unos primeros años en que no tenían la brillantez de la gala de los Goya

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CARLES SANS

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El pasado domingo se celebró la novena edición de los Premis Gaudí de l’Acadèmia del Cinema Català, a la que asistí en calidad de nominado como coproductor de 'Bigas X Bigas', el largometraje documental que se estrenará el próximo día 7 en toda España. La película se centra en la persona del carismático director Bigas Luna, fallecido en el 2013. carismático director Bigas Luna, fallecido en el 2013Mi participación, al igual que la de los demás coproductores, se fundamenta en el cariño y la admiración que profesamos, no solo al icónico director, sino a la persona, cuya arrolladora personalidad trascendió a aquellos que le frecuentamos y admiramos por su particular filosofía de vida basada en un universo cuyos pilares eran la comida, la belleza y la espiritualidad. 

Los Gaudí, que en sus primeros tiempos no se parecían en casi nada a la brillantez de los Goya, han crecido mucho. En sus primeras ediciones parecían impregnados de cierta voluntad de distanciamiento respecto a los de Madrid; ahora se parecen mucho, e incluso me atrevo a asegurar que, según y cómo, los superan. No en glamur, que en eso Madrid dispone de mucho material humano para aventajarnos, pero sí en organización y en la ejecución del acto, que, dentro de los límites de un presupuesto que imagino no muy elevado, este año a mi parecer ha estado muy bien dirigido. No olvidemos que los premios del cine son eminentemente promocionales. Y el cine catalán, que tal como nos recordó en su discurso la presidenta de la Acadèmia, es poco más que anecdótico y carente de presupuesto.

UN HOMENAJE NECESARIO

Al final, nuestra película no resultó premiada. En lo personal, no era mi primera vez como nominado y no ganador: llevo dos candidaturas en los Goya como cortometrajista en las que me he quedo a las puertas del estrellato. Pero mi decepción, antes pasajera, en este caso, lo ha sido menos. Siento que la figura de Bigas Luna merece un homenaje que el mundo del cine todavía no le ha otorgado. Confío en que tanto la Academia Española, de la que soy miembro que no pincha ni corta, como la Catalana, algún día se den cuenta de lo necesario que es reconocer y no olvidar a los que han contribuido a hacer grande nuestro cine.