¿Es posible perder votaciones y aprobar al final los Presupuestos?

Rajoy apuesta por lograr una heterogénea mayoría absoluta para las cuentas del 2017

Rajoy en su escaño del Congreso.

Rajoy en su escaño del Congreso. / periodico

JOAN TAPIA / BARCELONA

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Mariano Rajoy ha perdido tres relevantes batallas en el Congreso. La primera fue el rechazo del decreto sobre la estiba. Reaccionó --más alterado de lo normal-- diciendo que era algo que no se debía repetir porque no se podía rechazar una norma europea. Y menos si implicaba pagar una fuerte multa. Tiene razón, pero tampoco es lógico exigir a la oposición que le saque las castañas del fuego cuando el PP --para no complicarse los últimos procesos electorales-- no hizo el decreto, y lo convalidó, cuando tenía mayoría absoluta. Y mostró más su debilidad la abstención de Ciudadanos que el voto contrario del PSOE.

La segunda fue la creación de la comisión de investigación sobre las cuentas del PP, que estaba en el pacto de investidura con C's. El portavoz del PP, Rafael Hernando, argumentó que debían ser escrutadas las cuentas de todos los partidos. Resultado: C's, PSOE y Podemos hicieron aprobar la comisión. La tercera ha sido la derrota ante dos mociones diferentes, una del PNV y otra del PSOE, para cambiar la 'ley mordaza'. De nuevo con C's desmarcándose del PP.

Hay dos razones para estas sonadas derrotas. Una, que el PP y C's no suman mayoría absoluta y que cuando el PSOE no está forzado --como pasó con el techo de gasto-- la mayoría es muy difícil. La segunda, más incomprensible, es el ninguneo a C's en el caso de Murcia. Todo lo que pedía Albert Rivera era el relevo de Pedro Antonio Sánchez, el presidente murciano que está siendo investigado en varios casos de corrupción. Era una cláusula clara del pacto PP-C's para la investidura y en C's están sorprendidos por la defensa numantina que Génova hace de Pedro Antonio Sánchez.

SU DEBILIDAD ES SU FUERZA

Rajoy pasa apuros por la falta de mayoría y por el incumplimiento del pacto con C's. Pero su debilidad es su fuerza. Al igual que el PSOE tuvo que votarle, por responsabilidad, conveniencia y a cambio de la subida de un 8% del salario mínimo, el techo de gasto, ahora cree que logrará aprobar los Presupuestos. Esta vez no contará con el PSOE, pero C's puede revolcarle algún día pero no asumir la culpa de que no haya Presupuestos. Y con el PNV las cosas se van encarrilando. Sumaría así a los 137 diputados propios, 32 de C's, 5 del PNV y Ana Oramas, de Coalición Canaria. Son 175 diputados y a ellos se podría añadir Pedro Quevedo, diputado de Nueva Canarias, que votó contra la investidura pese a ir en coalición con el PSOE, pero que dice que para Canarias lo peor es la prórroga y que está dispuesto a vender caro su apoyo.

Si Rajoy reúne estos 176 diputados tan plurales, una estrambótica mayoría absoluta, demostrará que, en caso de necesidad, sabe ser flexible. Que es un elefante muy lento pero que lograr salir de los embrollos. Entonces afrontaría la negociación del techo de gasto del 2018 que debe aprobarse antes del verano. ¿Con quién? Con quien pueda y convenga. Y tiene un arma. En la lastimosa situación del PSOE y de Podemos, no sería el PP el gran perjudicado de un adelanto electoral. Siempre y cuando la culpa fuera de los otros. O lo pareciera.