¿Qué le sucede al PDECat en Barcelona?

ERC sobrepasa a Ada Colau mientras tanto el PSC como Cs suben

El presidente del PDECat, David Bonvehí.

El presidente del PDECat, David Bonvehí. / periodico

Joan Tapia

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Interesante la encuesta sobre las elecciones municipales de Barcelona publicada este miércoles por EL PERIÓDICO. Cierto que todavía falta mucho tiempo (aunque no tanto), que pueden pasar cosas y que el PDECat aún no tiene candidato. Pero la encuesta permite cuatro apuntes.

El primero es que ERC es el primer partido en trasladar su 'sex appeal' de la Catalunya catalana a la ciudad de Barcelona. A ello debe contribuir que la lista la abre Ernest Maragall, hermano del alcalde de los Juegos Olímpicos, que fue un destacado dirigente del PSC. Y es que Barcelona -tras el 'periodo Colau' de la protesta- añora el maragallismo, aquel 'mix' de catalanismo amplio, progresismo social y capacidad de pacto con la burguesía (Juan Antonio Samaranch y Leopoldo Rodés para los Juegos Olímpicos) y con Madrid. Quizá incluso la relación fluida, no exenta de tensiones, con la Moncloa de Felipe González (Narcís Serra mediante). Esta nostalgia también favorece, aunque menos, al PSC, que sube y logra dos concejales más. ¿'Efecto Sánchez'?

El segundo es que hay cansancio, no rechazo, de la gestión de Ada Colau identificada con la protesta y la tolerancia con los manteros. Barcelona tiene el corazón a la izquierda, pero también alergia a que el orden público se degrade. Por eso Colau, pese a que es un gran animal político, retrocede. Han sobrado palabras, ha faltado intendencia.

El tercero es la fuerte caída del PDECat, que perdería la mitad de su grupo municipal (cinco concejales frente a 10) y la mitad de sus electores. Cierto que todavía no tiene candidato. Pero esa es la razón del desconcierto. En el 2015 los barceloneses votaron a Xavier Trias, un convergente de toda la vida que con su aire tranquilo suavizaba las aristas del independentismo sobrevenido de Artur Mas. Ahora los convergentes no saben si votarán al candidato del PDECat (heredero de CDC), o al de JxCat, o al de la 'non nata' Crida Nacional per la República. Ni si la candidata será Neus Munté, que ya estaba oficializada y saca buena nota, o alguien a quien designe Carles Puigdemont desde Waterloo. O David Bonvehí desde Barcelona. Se hablaba de Ferran Mascarell, otro maragallista, y ahora de un tándem Joaquim Forn -que fue el dos de Trias y está preso en Lledoners-Joaquim FornTrias con Mascarell.

Siglas por concretar

No es extraño que solo el 43,5% de los que votaron a Trias se mantengan fieles a unas siglas por concretar y que muchos duden o se pasen a ERC. ¿El candidato del PDECat pedirá una mediación internacional para Catalunya como hizo Quim Torra en Ginebra? ¿Dirá que la independencia sin muertos es más lenta como Agustí Colomines, un asesor del último Mas y de Puigdemont, o se guiará por el "'ara convé'" de la línea pragmática Pujol-Roca-Trias? Lo único seguro es que quien sea lo va a tener crudo. En intención directa de voto están a la mitad del PSC y un tercio de ERC.

¿Y Manuel Valls? Cs crece, como el PSC y menos que ERC, pero los dos concejales que gana quizá se deban más al 'efecto Arrimadas' (resultado autonómico) que al propio Valls que acaba de abrir el paracaídas. Pero Valls solo ha empezado lo que será una maratón. Veremos en la próxima encuesta.