Intangibles
Patada hacia adelante en el sistema de pensiones
El Gobierno opta por incrementar la deuda de la Seguridad Social ante la insuficiencia de ingresos
Salvador Sabrià
Periodista
Salvador Sabrià
El fondo de reserva de las pensiones, más conocido como la hucha de las pensiones, esta vez sí que parece que ha tocado fondo y que se ha pulido sus reservas. En realidad aún le quedan poco más de 8.000 millones de euros disponibles, cifra que da para pagar una mensualidad a los jubilados, como mucho. En el 2011 llegó a tener casi 67.000 millones. Se creó en los mejores momentos de crecimiento de la economía española, precisamente para cubrir el pago de las prestaciones en momento en que, como sucede cíclicamente, llegase la crisis correspondiente.
Nadie preveía que las dificultades económicas durasen tantos años, ni que la depresión económica llegase a ser tan profunda. Pero eso no es excusa para justificar que se haya echado mano de la hucha a la mínima, sin buscar otras alternativas. O que, al contrario, se hayan adoptado durante estos años medidas que en lugar de compensar la caída de ingresos de la Seguridad Social por la reducción drástica de cotizantes, han servido para menguar año a año precisamente otra parte de estos ingresos que aún entraban. Sirven como ejemplo los más de 3.300 millones de euros de coste de las bonificaciones a las cuotas a la Seguridad Social que constan en sus presupuestos de este año, y que duplican a las de hace solo dos años.
La teoría apunta a que estas rebajas servirán para que las empresas contraten a nuevos trabajadores, y estos a su vez harán incrementar los ingresos del sistema por otro lado. Pero la realidad es que pese al fuerte aumento de cotizantes, como que la gran mayoría de los nuevos lo hace con peores condiciones económicas que sus antecesores, su aportaciones al sistema acaban siendo insuficientes para cubrir el coste de las pagas de la pensiones.
Ante las críticas por el uso reiterado de la hucha hasta llegar a dejar el 'cerdito' en los huesos, el Gobierno de Mariano Rajoy finalmente optó por aprobar un crédito a cargo de los Presupuestos del Estado, por valor de 10.192 millones de euros, para compensar el déficit del sistema. Ya se utilizó una parte para la extra de verano y ahora se usará lo que quedaba para la de diciembre y su extra.
Nada es gratis. Este préstamo, a 10 años, no deja de ser un crédito, aunque sea a interés cero, y la Seguridad Social deberá empezar a retornarlo a partir del 2018. O sea que, en realidad, se trata de dar al problema una patada hacia adelante. Mientras, la esperanza está en que la actividad económica mantenga su crecimiento y con algunas reformas más se mantenga sin demasiados problemas el sistema. Aunque no deja de ser sospechoso que se tire de la hucha siempre a finales de año, coincidiendo con las campañas a favor de planes de pensiones privados complementarios.
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