Al contrataque

Y para qué sirve votar

Sánchez, durante la presentación del alcalde de Valladolid, este martes en Madrid

Sánchez, durante la presentación del alcalde de Valladolid, este martes en Madrid / periodico

RISTO MEJIDE

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Y para qué sirve votar. Eh. Dígamelo por favor, que ya no me acuerdo. Eso sí, no me cuente historietas sobre democracias y dictaduras, que esas ya me las sé. La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer órdenes. Jodido Bukowski, siempre dando en el clavo conceptual. Y tampoco me diga que es la herencia de un griego, que se me ocurren todo tipo de chistes para dar y tomar.

Y para qué sirve votar. Si, como zanjó Thomas Huxley, los resultados de los cambios políticos rara vez son aquellos que sus amigos esperan o que sus enemigos temen. Si los nuevos no hay para tanto ni los viejos tampoco se van. Si, como hemos visto en Catalunya, un número 4 puede cederle el puesto a un 3 para acabar siendo un 1. Y no me diga que aquí son elecciones parlamentarias, porque ya no tengo edad para que me digan qué dedo me tengo que chupar. Si usted aún se lo cree, tengo muy malas noticias. Aquí la poltrona importa mucho más que aquello para lo que te han elegido. Y si no, miren a Gómez de la Serna y díganme si alguien le quería renovar. O a Pedro Sánchez y a Mariano Rajoy en su carrera por llegar primero a la Moncloa, y vuélvanme a explicar que no son elecciones presidenciales. Ja.

Y para qué sirve votar. Si cuando ya tienen tu voto se dedican a traficar con él. Y así nos luce el pelo, atónitos y mudos ante este top manta electoral. Porque se dedican a pactar con aquel a quien tú jamás habrías votado. A cederles senadores clave. O incluso a modificar aquello que juraron jamás tocar. Cuando ya no tenemos voto se olvidan de nuestra voz. Y se limpian el culo con nuestro voto. Diego se llama Digo. Y aquí paz y después gloria. Todo sin el pueblo, por fin sin el pueblo. Que les den, hagamos y deshagamos cuatro años más.

Un gobierno paralizado

Y para qué sirve votar. Aparte de para que nos digan que hemos votado mal. Que no les gusta cómo lo hemos hecho. Que así no hay manera de gobernar. Menuda sociedad democrática estamos hechos, que por no saber ya no sabemos ni depositar nuestro voto en una urna. Total, un gobierno paralizado, un país en funciones y más meses perdidos hasta la siguiente convocatoria electoral.

Y para qué sirve votar. Si al final haremos lo que ordene Bruselas. Callar muy fuerte, apretar el culo y rezar. Que para eso nos están esperando. Que lo tienen muy claro nuestros socios. Tendremos que volver a recortar. Más de diez mil millones, dicen. Presida quien presida. Y rapidito, lo que viene siendo ya. Así que elijan al monigote que más les guste y envíenlo bien domesticado, que ante esta fuga de capitales y esta bajada de la bolsa alguien tiene que actuar.

Que ya ha acabado nuestro simulacro de democracia.

Ya pueden volver los que jamás dejaron de gobernar.