Pequeño observatorio

Palabras, palabras, palabras

JOSEP MARIA ESPINÀS

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EL PERIÓDICO me ha pedido, como a varias personas, que diga cuál es mi palabra favorita en catalán. Si me hubiera preguntado cuál prefiero, habría contestado que todas, pues son las herramientas de mi oficio. Si elegir entre tres opciones ya es difícil, entre miles... Pero la propuesta es como un juego. Si lo he entendido bien, se respeta la diversidad de criterios para elegir.

No sé si el lector se ha entretenido en leer todas las respuestas. Habrá visto que la selección depende del criterio adoptado: el sonido de la palabra o su significado. El contenido positivo puede llevar a elegir una palabra, comoamic,emoció,empatia. Pero si se trata de consideraramistat,una palabra admirable, yodi, en cambio -que fonéticamente suena bien-,

una palabra rechazable, estamos teniendo en cuenta las ideas por encima de las palabras.Amores un sentimiento admirable, aunque quizátaronjaes una palabra más bonita.

Me proponen que en esta columna vote por una palabra. Podría ser esta:camèlia. Es el ejemplo de unas palabras que en catalán, correctamente pronunciadas, tienen cuatro sílabas:ca-mè-li-a. ComoCe-cí-li-ay Flo-rèn-ci-a. Es una elección melódica.

En catalán existe un sonido de la equis -xocolata, xicot, xivarri- que en castellano no existe, y, en cambio, en castellano tienen otro sonido, la zeta, que en catalán es impropio. O sea que, en gran parte, la preferencia por una palabra depende del oído de cada uno, de la comparación con palabras extranjeras y de la experiencia de aquel sonido que nos es extraño. Por eso es temerario establecer una calidad fonética.

El vocabulario siempre tiene palabras que nos sorprenden. Recuerdo una conversación en La Pobla de Segur con el doctorPla,que era un apasionado de la lengua pallaresa. Un día, le dijo a un vendedor de enciclopedias: «Solo le compraré aquella en la que salga la palabrabecull, que es como llamamos aquí a un vaso de corcho para el agua». Al cabo de unos meses, el vendedor volvió con un volumen donde constaba la palabra. Es magnífico estimular a la gente a interesarse por las palabras.