Ideas

El orgullo del Bronx

RAMÓN DE ESPAÑA

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Todo empezó con un mensaje emitido durante la agonía deHugo Chávez: «El nuevo se llamaMaduroy el viejo está podrido». Desde entonces, el granWillie Colón-salsero de pro, lumbrera de la Fania All Stars y orgullo del Bronx- no ha dejado pasar un día sin emprenderla, desde Twitter, conNicolás Maduro,al que ha tildado ya, entre otras cosas, de zoquete y borrico. Como muchos otros -entre los que me cuento-,Colón considera al heredero espiritual deChávezun peligroso mamarracho que solo puede empeorar la realidad venezolana, y no puede decirse queMadurohaga mucho para llevarle la contraria: calificar aCapriles de mariconsóny asegurar que se le aparece Chávez en forma de pajarito chiquitico no son las mejores maneras de reivindicar la propia salud mental.

El último ataque del compadre favorito del difuntoHéctor Lavoe ha consistido en una versión deMentira fresca,un tema del venezolanoRolando Padillaque aMaduro le ha sentado como un tiro, llegando a calificarlo de rumba del odio en contraposición a la rumba del amor en la que, según él, consiste su proyecto político. Los independentistas puertorriqueños también la han tomado conWillie Colón,tachándole de lacayo del imperialismo, aunque el hombre solo es un emprendedor chaval del Bronx a quien las cosas no le han ido nada mal. Hasta el momento, niSean PennniOliver Stone, tontos útiles oficiales del chavismo, se han manifestado al respecto. Y los de la CUP, que son lo más bolivariano que tenemos por aquí, tampoco (están muy ocupados convocando y desconvocando escraches aAlbert Rivera).

A mí no me queda más remedio que tomar partido porColón:ese hombre me alegró la juventud con sus discos en solitario o a medias conRubén Blades-con el que ahora no se habla- y el irrepetibleHéctor Lavoe. Si existe la salsa de vanguardia -como así parece demostrar Comedia,obra cumbre deColónyLavoe-, se la debemos aWillie. Y para alguien capaz de semejante hazaña, amargarle a distancia la vida a un demagogo tiene que ser pan comido.