IDEAS

Crítica y público: a la greña

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Desirée de Fez

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¿Ha entrado la relación entre público y crítica en una nueva dimensión? Soy consciente de que la relación entre crítica y público es un tema viejo. Y de que, lo abordes como lo abordes, siempre acabas recibiendo. Siempre habrá alguien que se ofenda (sobre todo en la era de las defensas altas y la sensibilidad a flor de piel). Se puede ofender el espectador que crea que le tratan de tonto. Se puede ofender el crítico que crea que le acusan de ir de listo. Se puede ofender el espectador que se considere crítico y el crítico que asegure que, ante todo, es parte del público. Y, claro, se pueden ofender los que estén hartos de tan cansino debate. Pero, por mucho que nos aburra, esa rotura es real.

La crítica americana adora 'Hereditary', pero el público es poco entusiasta

Siempre ha habido y siempre habrá películas que entusiasmen a la crítica y que el público considere espantosas. Como también habrá películas que el público ame y que la crítica encuentre muy malas. Hay un ejemplo reciente llamativo: el caso de la (para mí magistral) película de terror 'Hereditary' (2018), que se estrena en España el viernes 22. La crítica americana la adora y el público es poco entusiasta (no hablo de recaudación, sino de ruido en internet). Hay tres cosas obvias. La primera, que es pronto para sacar conclusiones absolutas. La segunda, que hay excepciones. Y la tercera, que me tomo demasiado en serio internet. Pero la verdad es que creo que los tuits, los comentarios de lectores en medios en línea y los 'rankings' de puntuación de los espectadores son una muestra significativa de la opinión general.

Mi intención en esta columna no es analizar el porqué de esa fractura, sino plantear un par de interrogantes. ¿Podría haberse hecho más grande la brecha entre crítica y público en un momento de opiniones polarizadas y extremas? Sospecho que sí, y la verdad es que la respuesta desconfiada y a la defensiva a un entusiasmo crítico desmedido me parece bastante razonable. Lo que no tengo claro, aunque tiendo a pensar lo primero, es si la percepción en internet de esa brecha es buena o mala para las películas, tanto para su vida comercial como para la huella que dejarán.