IDEAS

Obsolescencia emocional

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zentauroepp41303632 this image released by netflix shows a scene from the film 180113173418 / Steve Dietl

Albert Espinosa

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Artículo 571. En estos tiempos tan veloces donde todo parece invisible a la mirada y la tecnología esconde los sentimientos tras emoticones que caricaturizan el propio estado de ánimo, existe todavía esperanza.

Un museo de París ha decidido prohibir los teléfonos, ya no se pueden hacer fotos. En la entrada te dan un papel y un lápiz y te piden que dibujes lo que deseas conservar. Usar la memoria y la destreza. Pero has de saber que a la salida se quedan el dibujo y te llevas el recuerdo.

Pero casi me quedo con otras dos iniciativas sobre una forma nueva de ver la obsolescencia programada. Resulta que... Os lo cuento después de lo mejor de mi semana.

Un físico español ha inventado un helado que cambia de color al lamerlo

Tercer puesto. 'The Strange ones' escrita y dirigida por Lauren Wolkstein Christopher Radcliff. Una interesante película que necesita de tu imaginación para comprender lo que desees encontrar en ella.

Segundo lugar. 'Mudbound' (Netflix) escrita y dirigida por Dee Rees. Un fabuloso film sobre tu lugar en el mundo y la importancia de compartirlo, pase lo que pase, con la persona idónea.

Primera posición. 'Cuentos' de John Cheever (Literatura Random House). Llevaba años esperando una bella antología de cuentos del maestro para poder ponerle letra a la obra maestra, 'El nadador', que protagonizó Burt Lancaster.

Y lo que me contaron es: Por un lado, un físico español ha inventado un helado que cambia de color al lamerlo. No se mantiene igual mientras lo disfrutes con pasión. Por otro lado, en unas calles de Italia cuando llueve aparecen unos fabulosos dibujos en el suelo. Pero necesitan esa lluvia y solo puedes admirar esas obras mientras dura la tormenta.

No tengo duda de que ese es el futuro: recordar, observar o lamer aceptando que todo conlleva un sentimiento que hay que descubrir en un único instante. La obsolescencia programada emocional que vale la pena. ¡Feliz domingo!