La rueda

Obama, Rajoy y la diferencia

Los dos parecen estar haciendo cosas y avanzan, aunque en direcciones bien opuestas

ANTÓN LOSADA

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El Fiscal General del Estado ha dimitido y nadie sabe cómo ha sido. El ministro de Justicia que iba a redimir a todos los nasciturus también ha renunciado y hoy es ese ciudadano Gallardón a quien no le suena el teléfono tanto como solía. En su lugar tenemos un ministro recién estrenado a quien le parece normal que se saque a concurso a toda prisa la plaza del juez que lleva cuatro años investigando el caso Gürtel, el mayor caso de corrupción de la historia del PP. No le preguntaron, pero seguro que también le parecería normal que los asnos hablasen, como en Shrek.

La justicia española nunca ha tenido fama de independiente pero bajo el gobierno de Rajoy solo falta poner un letrero de se vende. La presidencia de Mariano Rajoy es como la de Barack Obama, pero al revés. Los dos parecen estar haciendo poco o nada mientras muchas cosas dejan de ser como eran antes. Ambos avanzan, aunque en direcciones diferentes.

Obama es ese presidente que al parecer no ha hecho nada. Pero va a acabar con el embargo a Cuba, ha legalizado a millones de inmigrantes, ha creado lo más parecido que ha tenido jamás EEUU a una sanidad pública, ha acabado con la guerra sucia contra el terrorismo e incluso ha obligado a los republicanos a esconder al Tea Party. No ha obrado los milagros que se esperaban pero América se ve distinta.

Mariano Rajoy es otro mandatario que parece que no la rasca. Pero ha firmado la reforma laboral más agresiva de nuestra historia, ha subido los impuestos dos veces prometiendo en ambas ocasiones que no lo haría, ha matado la ley de la dependencia, se ha pulido 40.000 millones de euros en arreglar el desastre provocado por el Partido Popular en Bankia y ha devuelto nuestra inversión en educación a las cifras de los años 80. Tampoco ha conseguido los milagros que se le atribuían, pero España vuelve a ser diferente.