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Conversación en el banco: ¿cuándo se jodió la banca?

JESÚS RIVASÉS

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Los banqueros/as españoles/as -y también del resto de Europa- tienen un aire de Zavalita, aquel personaje de Vargas Llosa en Conversación en La Catedral, que se preguntaba "en qué momento se había jodido el Perú" El negocio bancario, después de la crisis, con las secuelas del estallido de la burbuja inmobiliaria y con los tipos de interés a cero hace tiempo que dejó de ser lo que era. El Banco Popular acaba de anunciar una ampliación de capital de 2.500 millones de euros para terminar de sanear su balance, lo que le ha costado un batacazo bursátil. Saldrá adelante, pero los nervios han vuelto al sector y ya nadie pierde el tiempo en preguntar ¿cuándo se fue al garete todo? sino ¿cómo? y sobre todo ¿quién sobrevivirá?. En España, además, todo se complica con la incertidumbre política y la precaución -temor- a Podemos sobrevuela alrededor de los señores/as del dinero.  

José Viñals director de asuntos monetarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) insiste en que en Europa no hay sitio para los muchos más de 100 bancos que existen ahora. Daniele Nouy, la jefa del brazo supervisor del Banco Central Europeo, explicó la semana pasada en Madrid que quizá en España sobren más de la mitad de las actuales 12 entidades financieras. Al día siguiente, el Popular, que preside Ángel Ron, inició su ampliación de capital, y no será el último. Está servida otra vuelta de tuerca a la concentración bancaria y los gurús del sector apuntan que, al final, en España solo quedarán cinco bancos: Santander (Ana Botín), BBVA (Francisco González) y CaixaBank (Isidre Fainé, a la espera de sucesor, por cierto) está claro que sobrevivirán, incluso con el precio del dinero por los suelos. A partir de ahí, lo desconocido, y todo es posible. Bankia (José Ignacio Goirigolzarri) es un caso especial por su participación pública y también Kutxabank, todavía controlada por el Gobierno vasco. Eso no impide que Bankia y Kutxabank, junto con Sabadell, Popular, Ibercaja, Unicaja, Liberbank, BMN y Bankínter -a pesar de sus particularidades-, fusionados, absorbidos o incluso en inestable independencia tendrán que buscar su hueco al sol. 

Los banqueros/as, además, siguen inquietos por la incertidumbre política y por Podemos. Entre ellos/as, hay quien sugiere incluso, en conversación en un banco, que no sería tan malo que Pablo Iglesias y los suyos ganaran. "Lo bueno -explica- es que no tienen dinero y tampoco pueden fabricarlo, porque eso depende del BCE, y sin dinero no durarían más de dos años. Sería un desastre y a muchos nos costaría el 20% o el 30% de nuestro patrimonio, pero facilitaría que el PP y el PSOE cambiaran de verdad". Suena a boutade,boutade pero ahí queda y también es obvio que Podemos sueña con una soberanía monetaria, fuera del euro, que le permitiría muchas alegrías y mucho clientelismo. Ahora, Zavalita, tras la conversación en el banco preguntaría: "¿En qué momento se jodió la banca?" 

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