'Nuestros' violentos

El turismo dañino es el de los antisistema unidos del mundo, incívicos por definición que viajan 'low cost' gracias al sistema

Pintada en el parabrisas de un bus turístic realizada por Arran.

Pintada en el parabrisas de un bus turístic realizada por Arran.

Xavier Bru de Sala

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O se frena en seco esta deriva o no harán falta más sentencias ni interrogatorios policiales para convertir el 1-0 en el peor fracaso de la historia del catalanismo. Violencia es violencia. La violencia es la gran enemiga de los esfuerzos de tantos catalanes para dejar de estar bajo esta España para vivir al lado de otra mejor. La violencia puede ser devastadora si procede del campo contrario, como demuestra la historia, pero en las actuales circunstancias puede serlo más si proviene de la propia histeria. Después de Gandhi Mandela, no existe la violencia anecdótica, ni la simbólica. Aquí y ahora, la violencia solo favorece el fracaso de los propios objetivos.

El turismo dañino es el de los antisistema unidos del mundo, incívicos por definición que viajan 'low cost' gracias al sistema. Los usuarios de las bicicletas y del bus no son precisamente de clase alta. Los millonarios llevan chófer, la clase media va en taxi y la gente guay en bici.

Hay que ser mulo o borrico con ganas para no darse cuenta de que los autores del guion de la confrontación entre cuperos y fascistas ante el cuartel de la Guardia Civil de Gràcia son precisamente los que han ordenado los interrogatorios. Si el independentismo ha llegado tan lejos es porque los partidos españoles y la autoridad competente han ejecutado al pie de la letra las réplicas previstas por los guionistas  de 'El Procés'.

Ahora empiezan a cambiar las tornas y son los cuperos quienes han picado y actuado según el primer guion inteligente dictado desde campo contrario. No unos jovencitos incontrolables, a los que podrían denominar 'nuestros violentos', sino auténticos diputados de la CUP. Fascistas contra independentistas. Simetría impecable a ambos lados del espejo. En medio, unas fuerzas del orden protegiendo a las otras fuerzas del orden. Perfecto. Un 10 para quienes idearon estas imágenes y un cero para los asnos que se las han proporcionado. 

El punto débil

"Son poco violentos porque son nuestros violentos". "Son corderitos si los comparamos con la violencia del sistema". "Deberíamos estar orgullosos de ellos". Cualquier variante de este discurso encastra dinamita en el punto débil del bloque independentista, el que separa el radicalismo moderado -representado por Junts pel Sí- del radicalismo radical. Comprobada la solidez de la alianza PDECat-ERC, cubiertas las bajas y las brechas de los dudosas y los que huyen de riesgos, los focos de la división se dirigen al siguiente punto de ruptura. Dado que la naturaleza del escorpión consiste en picar, pueden tener éxito. Si lo tienen, adiós 'procés'.

Imaginemos que, según pronósticos que se pasan de optimistas para caer en la ingenuidad, la cosa no pasa de aquí. Incluso en este caso, es probable que el cóctel de las imágenes del cuartel, el bus asaltado y las ruedas de bicicleta pinchadas, hayan hecho mella sobre los que ya estaban a punto de cruzar la fina línea que separa el "sí-sí" del "así no". Tal como están de levantados los bastones, los errores propios se convierten en los palos que más duelen.