El epílogo

Nostalgia del talante

ENRIC Hernàndez

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Si algo hay que reconocerle al presidente del Gobierno es su arrojo. Permítanme un secreto: cuandoJosé Luis Rodríguez Zapateroaceptó la oferta de pronunciar la conferencia número 400 de Tribuna Barcelona, en el 15º aniversario de este foro de debate vinculado a EL PERIÓDICO, la posibilidad de que antes el Tribunal Constitucional sentenciara el Estatut se antojaba remota. Pero el tribunal metió el tajo, Catalunya se echó a la calle el 10-J yZapatero,que debe mantener intacta la confianza en su poder de convicción, mantuvo su compromiso. Ahora que está de moda negar fiabilidad a la palabra del presidente, dejamos aquí constancia de una formalidad que le honra.

Desde el 2008Zapaterosolo había celebrado en Barcelona eventos institucionales. Su último acto político, justo ahora hace dos años, fue aquel congreso del PSC en el queJosé Montilla le espetó: «José Luis, te queremos mucho, pero queremos más a Catalunya». De no ser por su insondable discreción, sería bueno saber si elpresident repetiría hoy estas palabras ante el líder del PSOE.

Fechas, pues, de conmemoraciones, como la que ayer festejó el PSOE: el décimo aniversario de la entronización deZapaterocomo secretario general. Al poco tiempo de su sorprendente victoria, el líder socialista se apropió de un término, el talante. que describía bien su carácter, frente al tono arisco deJosé María Aznar. La ocurrencia hizo fortuna, y Zapateroexprimió su talante hasta que el decorado --diálogo con ETA, Estatut, crisis económica...-- empezó a caerse a pedazos. No otra cosa le pidió el miércolesMontillaen la Moncloa: una nueva «actitud» respecto a Catalunya, «gestos políticos» que restañen heridas tras la sentencia del Estatut. En suma, talante.

Árnica para los federalistas

Hoy veremos si aparte de buenas palabras trae buenas obras para resarcir a esa masa federalista que, pese al rectorte del Estatut, aún cree que otra España (plural) es posible. De ello depende que los catalanes desoigan los cantos soberanistas. Y, también, que la riada que se avecina no arrase el granero electoral que mantiene aZapateroen el poder.