Pequeño observatorio

Necesito ser un escritor genial

Parece que los humanos nos licenciamos cada vez más por la genialidad, como acepción aprobada de la clásica y razonable descripción de muy bueno

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Josep Maria Espinàs

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Qué lástima que Montserrat Caballé, cuando le ha tocado morir, se haya perdido su voz. Hay riquezas transmisibles y otras que se las lleva la muerte.

Yo no he tenido ninguna relación con la cantante, pero no he olvidado un determinado hecho. Yo estudiaba Derecho en la universidad, y cuando salía al patio pasando de una asignatura a otra, más de una vez vi un hecho singular.

Más arriba del patio que teníamos los estudiantes había un espacio familiar para los empleados de la universidad. Allá arriba, a veces, yo oía cantar a una chica un fragmento de una pieza clásica.

Tiempo después, ya alejado de la universidad, descubrí la existencia de una gran cantante que se llamaba Montserrat Caballé. Qué cosas tiene la vida. A menudo he pensado que la cantante famosa había sido la chica de la universidad.

Yo admiro a los cantantes y las cantantes, y en mi admiración hay un punto de envidia. Me hubiera gustado ser un buen cantante, pero tuve que conformarme con la modestia de la Nova Cançó.

Hacía unas letras, unas músicas discretas, y unas interpretaciones discretas. Y la discreción no suele ser una característica de genios. Los genios son innovadores, les mueve una irresistible empuje creativo. Y, a menudo, se arriesgan a la incomprensión.

El genio, en latín 'genius', es una divinidad y, según los antiguos latinos, vela por cada persona. Desde hace cierto tiempo se ha hecho muy popular entre nosotros la palabra genial. Es una novela genial, es un chiste genial, el futbolista ha hecho un gol genial...

Parece que los humanos nos licenciamos cada vez más por la genialidad, como acepción aprobada de la clásica y razonable descripción de muy bueno, innovador, sorprendente, notable... Es evidente, tendemos a la exaltación.

"Prueba este vino, es genial". Si seguimos por este camino la calidad será sustituida por la genialidad. Ya me lo veo venir: los que no somos geniales pronto no seremos nadie.