Gente corriente

Nagham Salman: «Tengo cosas que hacer antes de conocer al presidente»

Aspirante a líder político. ¿Por qué y para qué querría alguien dedicarse a la profesión más denostada?

«Tengo cosas que hacer antes de conocer al presidente»_MEDIA_1

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Gemma Tramullas

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Aunque Joan Manuel Serrat situara las fronteras del Mediterráneo entre Algeciras y Estambul, el último puerto del Marenostrum está algo más al Este, en la ciudad siria de Tartús, donde Nagham Salman nació hace 26 años.

-Cuando llegué, hace dos años y medio, mis contactos en Barcelona se esperaban a una mujer de piel más oscura, con velo y vello en la cara. Cuando vieron a una rubia vestida con minifalda y botas, se quedaron de piedra. Y le juro que voy vestida igual aquí y en Damasco. Es increíble el desconocimiento que existe aquí sobre el mundo. ¡Pero si mi país también está en el Mediterráneo!

-¿Y usted qué conocía de España?

-Pues sabía quién era Aznar, el PP, el PSOE. En casa siempre se hablaba de política y a mí me tiraba mucho este mundo. Había periódicos y revistas en varias lenguas desparramados por todas partes y la tele siempre estaba puesta en Al Yazira o Al-Manar. Si querías ver una película tenías que irte a tu habitación y ponerte un DVD.

-Estaba escrito que se dedicaría a la política, entonces.

-¡Qué va! Nunca en la vida pensé que iba a dedicarme a la política, pero veía muchas injusticias y siempre quería saber el porqué. Vine a Barcelona para estudiar un máster de International Management. Iba para los negocios.

-Pero ha terminado haciendo el máster de Lideratge de la Gestió Política de la Universitat Autònoma.

-Conocí a gente del PSC por casualidad. Me empezaron a contar del partido, cómo funcionaba, cómo se trata el tema de la inmigración, porque yo, al final, soy una inmigrante, una extranjera. Un día fui a una reunión de la red árabe socialista de Catalunya, Xabaca, y me invitaron a entrar en la ejecutiva. «Esta es mi oportunidad», me dije. Pero como no conocía mucho el funcionamiento de los partidos por eso me apunté al máster.

-¿Cambia mucho la política vista desde dentro?

-Mucho. En España, la gente considera que solo te puedes dedicar a la política por dinero o por poder. Y es cierto que hay personas falsas, aprovechadas, que no cumplen lo que prometen, pero también he conocido personas honestas, que piensan en la sociedad antes que en ellos mismos. Tengo la esperanza de que podamos cambiar esa imagen de que los políticos son igual a ladrones.

-Usted no busca dinero, ni poder.

-No. Lo que me llama es llegar al punto de poder intentar mejorar las cosas y sentirme orgullosa de haberlo podido hacer.

-¿Le suena Itziar González?

-¿Quién?

-Fue regidora de Ciutat Vella por el PSC, pero dimitió. También quería mejorar las cosas…

-Sé que no es fácil estar en política. Tienes más problemas y dificultades que oportunidades de dar soluciones. La balanza no está equilibrada. Ayer mismo hablé con mi hermano y me dijo: «Yo te veo más en los negocios. Vas a tener muchos dolores de cabeza». Pero no lo puedo resistir.

-¿Por dónde empezaría a cambiar las cosas?

-Mi objetivo sería poder contribuir a la paz en Oriente Medio.

-No está mal para empezar.

-No pretendo cambiar el mundo, pero tampoco voy a renunciar a lo que he aprendido, ni voy a cambiar mi manera de pensar. He vivido el sufrimiento palestino y el conflicto árabe-israelí incluso en mi familia, porque mi padre luchó en el 73 contra Israel. No cambiaré mis principios.

-En política, los principios no siempre coinciden con el bien común.

-Ya lo he experimentado. En el máster teníamos que hacer un monólogo en la línea del famoso discurso de Marco Antonio frente al cadáver de Julio César. Yo hablé sobre los crímenes que Israel comete en Palestina, sobre los niños muertos... El profesor me interrumpió: «No puedes usar esas palabras», me advirtió. Para él eran demasiado fuertes, pero yo lo he vivido y no puedo callarme.

-Ya, pero...

-Lo sé. He aprendido que en política no se puede ser tan directo y trato de no usar palabras fuertes. Intentaré explicar mejor la situación en Oriente Medio, sin cambiar mis ideas.

-¿Los del PSC ya le han presentado al expresident Montilla?

-¿Por qué? Sé que en política es importante hacer contactos, pero a mí me gusta hacer las cosas poco a poco. Yo soy como un bebé en la política y tengo muchas cosas que hacer antes de conocer al presidente.