Al contrataque

Nadia

ANA PASTOR

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Imagina que te dan la peor noticia que un ser humano puede recibir. Imagina que escuchas una frase que ni en tu peor pesadilla podrían susurrarte. Imagina que te anuncian la muerte de tu única hija cuando aún la tienes viva a tu lado. Imagina que te hablan de que padece una enfermedad degenerativa que nadie conoce y contra la que no puedes luchar. Imagina que el médico describe sus próximos meses como la peor de las condenas para un sehumano. Imagina que te habla de envejecimiento prematuro y desgarrador cuando tu pequeña solo tiene 6 años. Imagina que mientras lo escuchas te niegas a aceptar. Imagina que sales de la consulta y buscas y rebuscas toda la información sobre la maldita palabra con la que han bautizado la enfermedad que ella sufre: tricotiodistrofia. Imagina que recorres medio planeta para encontrar respuestas y que llegas hasta Afganistán. Imagina que encuentras la manera de frenar su sufrimiento, al menos durante un tiempo. Y después, imagina que no tienes dinero con el que salvar su vida.

Una pesadilla real

Deja de imaginar. La pesadilla es real. Fernando y Marga vendieron todo lo que tenían en su casa de Mallorca, viajaron a Afganistán y habrían llegado hasta la Luna para salvar a su pequeña Nadia, que ahora tiene 9 años. De momento han ganado una parte de la batalla, porque sigue viva más de dos años después. Esta semana escuchaba a su padre explicar todo este camino mientras Nadia, sentada a mi lado, contaba los lunares de mi mano, que apretaba con fuerza cuando a su padre se le llenaban los ojos de lágrimas. Entre besos y risas intentaba mantener el hilo en mitad de una rueda de prensa en la que ella era protagonista involuntaria. La familia entera viajaba a Madrid para mostrar uno de sus pasaportes al futuro: el cuento infantil Alas de mariposa, con ilustraciones de Javier Mariscal y texto de la escritora Marisa López (Random House), cuyos fondos se destinarán a la investigación de la enfermedad y su tratamiento. En sus páginas se puede intuir la presencia de quienes han hecho posible este pequeño milagro llamado tiempo. Son los mismos magos que hicieron posible que Nadia llegara a mi vida, el periodista Pedro Simón y el publicista Jorge Muñoz, entre otros. Cuando la presentación del libro está terminando, Nadia me dice que sabe escribir y coge papel y boli. Antes de que me dé tiempo a pedirle que garabatee su nombre, empieza a escribir por iniciativa propia. Dobla el papel y me lo mete en el abrigo. Después de otra sesión de besos y abrazos con ella y sus padres salgo a la calle. Meto la mano en el bolsillo del abrigo. Toco y el papel y lo saco. No ha escrito su nombre. Cuatro letras rozan la esquina de la cuartilla: RARA. Cuatro letras que demuestran su personalidad contra viento y marea. Y debajo de las letras una maravillosa sonrisa con una boca enorme como apellido a una vida.