Dos miradas

Mitología

Se añade a la galería de monstruos mitológicos el dónut injertado de Pantera Rosa. Junta, en un solo cuerpo, la textura de la rosquilla con agujero y la azucarada bestia de nuestra niñez

'Donuts' en el súper.

'Donuts' en el súper.

JOSEP MARIA FONALLERAS

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Los centauros eran unas criaturas que tenían medio cuerpo de caballo y medio cuerpo de hombre. En total, seis extremidades: cuatro pezuñas y dos manos que utilizaban para cazar. Comían carne cruda y bebían a pedir de boca y combinaban la velocidad de los equinos con la inteligencia de los humanos, excepto cuando bebían demasiado. También estaba la esfinge: el rostro era el de una mujer, que proponía enigmas difíciles de resolver, y el cuerpo era el de un león, pero con unas alas incrustadas. Si no resolvías el enigma, la mujer reía, con sonrisa impenetrable, y las garras del león te dejaban hecho añicos.

No nos olvidemos de los grifos, con un posterior de león y un anterior de águila real, reyes de la tierra y del cielo; o las arpías, que te raptaban a la mínima y que, en una estructura de ave rapaz mostraban el torso de una mujer malvada. El caballito de mar que hoy podemos ver en los acuarios era un hipocampo, el ser fabuloso que era medio tiburón y medio caballo. Ha perdido mucho desde entonces. Y como estos, tantos otros: el minotauro (hombre y toro), la quimera (león, cabra y cola de serpiente), los sátiros (hombres con patas de cabra y cuernos), los faunos y, por supuesto, las sirenas.

Ahora se añade a la galería de monstruos mitológicos el dónut injertado de Pantera Rosa. Ya está en los supermercados. Junta, en un solo cuerpo, la textura de la rosquilla con agujero y la azucarada bestia de nuestra niñez. Dicen que una sobredosis de esta criatura genera alucinaciones.