La clave

Miopía en Ferraz

El palacio de San Telmo, sede del Gobierno andaluz, está aún más aislado de lo que estaba la bodeguilla de Felipe González en la Moncloa

ALBERT SÁEZ

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La gestora del PSOE está demostrando poca capacidad de analizar correctamente la realidad que le envuelve. Tras la decisión de investir a Mariano Rajoy a cambio de nada, los albaceas de Susana Díaz siguen tomando decisiones falta del más mínimo realismo. La pretensión de alargar el mandato de la gestora hasta la próxima primavera y retrasar el congreso puede convertir al PSOE en un partido subalterno en la política española. Para entonces, Pablo Iglesias ya se habrá coronado como monarca absoluto de los descamisados en la izquierda y reinará en Podemos con Íñigo Errejón como mero figurante. Rajoy ya habrá celebrado su correspiondiente congreso en el que tratará de eliminar de primera línea a todos cuantos tuvieron alguna implicación en las diversas tramas de corrupción que han llegado a juzgarse. Y, de manera significativa, no habrá decidido quién le va a suceder en el PP (Sáenz de Santamaría o Feijóo) pero habrá dejado claro quién no lo va a hacer en ningún caso (Cospedal). 

El segundo asunto con el que se ha obcecado la gestora socialista es el del PSC. Plantear a estas alturas de la película la posibilidad de expulsarle de los órganos de dirección por haberse negado a la abstención con Rajoy es el mejor regalo que podrian tener en estos momentos de zozobra los independentistas catalanes. La paciencia de Iceta ha permitido salir del paso creando una comisión que es una de las formas más habituales de dilatar los problemas aunque sea a costa de no solucionarlos.

Pero en la retina de muchos militantes del socialismo en Catalunya ya ha quedado grabada la intención de quienes mandan ahora en Ferraz. Prueba de esta absurdidad la encontramos en que uno de los cometidos de este comité de expertos es determinar qué entienden los socialistas por 'nación'. Menudo papelón.

Antes de recuperar la ideología o el voto o la ilusión, el PSOE necesita recuperar el sentido común. Si Rajoy es capaz de chulearlos como está haciendo no es por otra razón que por ésta: han perdido la noción de la realidad. El palacio de San Telmo, sede del Gobierno andaluz, está aún más aislado de lo que estaba la bodeguilla de Felipe González en la Moncloa.