Dos miradas

Millet, jodido

No te quejes, que yo sí que estoy jodido y tengo la moral totalmente deshecha de verte así, todavía tan arrogante

Fèlix Millet

Fèlix Millet / periodico

JOSEP MARIA FONALLERAS

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Ahora resulta que está jodido. Muy jodido, para ser exactos. Y que tiene la espina dorsal rota, totalmente deshecha, para ser exactos. Si solo estuviera jodido tendría la espina dorsal deshecha, pero resulta que está muy jodido y que la tiene totalmente rota, que es estar muy jodido. Él, que agujereó y saqueó el Palau, que pagó la boda de las hijas con dinero que no era suyo y, encima, recuperó la mitad porque la pagaron los consuegros, él está jodido.

Este señor hizo y deshizo, y ahora tiene que fiarse de una silla de ruedas. Se queja del retraso del juicio. Han pasado ocho años y está mal de salud, y asistir al juicio es un palo, yo ya lo entiendo, porque si estás mal de salud no tienes ganas de sentarte en el banquillo, ni tan siquiera en el banco de la plaza, pero, mira, en este banco ya hace tiempo que no descansa, porque está tranquilamente sentado ante la tele de su casa, aunque él considera que la propina de meses y meses en libertad es una tortura.

No tiene más remedio que aguantarse y presentarse ante el juez, también lo ha dicho. Faltaría más. Está claro que tiene que ir, e incluso podría ir para confesar más cosas, como dónde está parte del expolio o quién se beneficiaba de las comisiones que las empresas ingresaban, con fines altruistas (¡ay!). Va, Millet, no te quejes, que yo sí que estoy jodido y tengo la moral totalmente deshecha de verte así, todavía tan arrogante.