¿Marine Le Pen presidenta?

RAMÓN LOBO

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A casi seis meses, el peor escenario sería este: Marine Le Pen, lideresa del xenófobo y eurófobo Frente Nacional, gana la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, prevista el 23 de abril. La parte buena del peor escenario es que perdería la segunda vuelta, el 7 de mayo. El resto del espectro político se alinearía detrás de la otra opción, casi seguro procedente de la derecha liberal.

Sucedió algo parecido en 2002, cuando Jean Marie Le Pen (el padre) desplazó por sorpresa al socialista Lionell Jospin como segundo colándose en la gran final detrás de Jacques Chirac. En Francia todo es a dos vueltas si no se supera el 50%. Fue una conmoción nacional. La izquierda francesa se encontró con el dilema de elegir entre un neofascista y un presunto corrupto. Ganó Chirac con un 82,21% de los votos, y al día siguiente se olvidó de cómo había renovado el cargo.

Después del Brexit y de EEUU, ¿estamos tan seguros de que Marine Le Pen no puede ser presidenta de Francia? Si repasamos la hemeroteca, todos decíamos que Trump no podía ganar las primarias republicanas, que nunca sería a la Casa Blanca.

Según las encuestas (palabra de alto riesgo últimamente) es imposible que Marine Le Pen gane por mayoría absoluta en la primera vuelta por dividido que esté el voto. En el sondeo más favorable llega al 29%, muy lejos del 50% requerido.

En la segunda, en la que basta la mayoría simple, lo tiene difícil. Pero no se puede descartar por completo, entraríamos en un escenario-Trump. Dependerá de quién sea su rival y del momento, de lo que pase en estos meses. Hay noticias que pueden modificar el escenario por completo, como un atentado yihadista.

DOS FAVORITOS

Los dos grandes partidos tradicionales, el socialista y Los Republicanos (nueva marca de los gaullistas) decidirán sus candidatos en unas primarias a dos vueltas. Las de la derecha liberal, las más madrugadoras, se celebran entre el 20 y el 27 de este mes. Hay ocho candidatos y solo dos favoritos con permiso de François FillonNicolás Sarkozy y Alain Juppé. Ambos se disputarían la nominación en una segunda vuelta. Juppé lidera desde enero las encuestas internas.

El presidente François Hollande tendrá que superar dos puertos de alta montaña. El primero, a finales de enero: las primarias del Partido Socialista. Tiene dos rivales: su primer ministro Manuel Valls (que aún no se ha postulado) y Arnaud Montebourg, exministro de Industria y destacado militante antiausteridad. Según los sondeos, los favoritos serían Hollande y Valls, pero con diferencias mínimas. El segundo puerto de montaña son las presidenciales. Cualquiera de los tres posibles candidatos socialistas tiene complicado superar la primera vuelta.

Hollande padece el desgaste de una presidencia decepcionante en la que incumplió la mayor parte de sus promesas. Su índice de desaprobación alcanza el 80%. En la mayoría de las encuestas se mueve en una intención de voto entre el 11 y el 15%. Valls oscila entre un 9-13% y Montebourg  apenas supera el 10%. El PS huele a cadáver.

En una hipotética segunda vuelta de las elecciones presidenciales con Le Pen entre las opciones, el candidato de Los Republicanos sería el ganador. Por eso se dice que el presidente de Francia se elige este mes (en las primarias).

Si fuera Juppé el candidato, ganaría a Le Pen con el 68% de los votos frente al 32%, según BVA. El margen de error es de +/- 3,2%. Si el rival fuese Sarzoky, cuya presidencia fue traumática para una parte importante de Francia, el resultado estaría más apretado: 58-42%.

DERECHIZAR EL DISCURSO

Si hubiera resurrección socialista y el rival fuese Hollande: 51,6-48,4%. Recuerden el margen de error. Lo imposible ya no sería tan imposible. A la derecha le costaría más votar a un presidente socialista. Ha ocurrido en algunos ayuntamientos.

Marine Le Pen ya ha ganado. Pese a que solo tiene dos diputados en la Asamblea Nacional (por culpa de la doble vuelta) y 10 alcaldes, ha conseguido derechizar todo el discurso político francés, que gire alrededor de 'l’identité'. Sarkozy, que es un oportunista, habla como Le Pen en muchos temas para disputarle el electorado. Valls habla como hablaba antes Sarkozy, sobre todo en asuntos de seguridad e inmigración. En Francia se juega la presidencia y el futuro de la UE. Si ganara Le Pen, adiós a la Unión Europea.

TrumpFaragePutin, los gobiernos ultraconservadores de Polonia y Hungría, la crisis de la izquierda tradicional… No quiero ser alarmista pero los pesimistas se dividen en dos bloques: los que sostienen que estamos como en 1910 y los que afirman que es como 1930. Cualquiera de las dos opciones conduce a una guerra mundial.