Al contrataque

El mapa de la honestidad

ANA PASTOR

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Hay preguntas y preguntas. Y no, hoy no vamos a hablar de periodismo y de periodistas. La publicación estadounidense Reader's Digest ha lanzado algo parecido a una macroencuesta en varios países para saber cuál es la ciudad más honesta (y la que menos, claro). La pregunta planteada en este estudio sociológico podríamos decir que es sencilla: ¿devolvería usted un monedero, una cartera, si lo hubiera encontrado en la calle?

Lo novedoso de la encuesta es  que no se presentó como una pregunta directa a los ciudadanos, ya que suponemos que la mayoría, suponemos, respondería públicamente con un  rotundo. La estrategia consistió en soltar 12 carteras en plena calle de 16 ciudades diferentes de todo el mundo y comprobar lo que ocurría in situ. Esas carteras, colocadas en suelos cercanos a parques o supermercados, llevaban algo de dinero en la moneda local (unos 50 dólares), tarjetas, identificaciones, fotos familiares y hasta un número de teléfono que conectaba con los reporteros de la revista.

Helsinki, en cabeza

Resultado: Helsinki está en la parte más alta de la tabla. La ciudad finlandesa está considerada la más honesta del mundo, según este ranking, ya que de las 12 carteras abandonadas fueron devueltas 11. En Bombay, en la India, fueron entregados 9 de los 12 monederos tirados en el suelo. Los siguientes puestos en este camino de la honestidad los ocupan Budapest (devueltas 8 de 12), Nueva York (con el mismo dato), Moscú y Amsterdam (7 de 12), Berlín y Liubliana (6 de 12) Londres y Varsovia (5 de 12), Bucarest, Río de Janeiro y Zúrich (devueltas 4 de 12 carteras) y Praga (3 de 12). Los dos últimos puestos de la lista los ocupan Madrid y Lisboa. En la ciudad española únicamente se devolvieron dos carteras, y en la capital portuguesa una. Vamos, que España no sale muy bien parada en este experimento en el que ganan los finlandeses.

Los autores aseguran que lo que han querido demostrar es que la honestidad no entiende de niveles económicos (la ciudad india, por ejemplo, ocupa un puesto alto) y que tampoco se pueden hacer distinciones de edad o género a la vista de los perfiles de la gente que decidió devolver las carteras. Muchos de los que dieron ese paso apelaron a convicciones profundas, a lo que sus padres les enseñaron cuando eran pequeños y también a la empatía. Ellos mismos habían perdido alguna vez algo y eran conscientes del malestar que eso provoca.

Beatriz López es una de las dos personas que encontraron una cartera en Madrid y la devolvieron. Es estudiante y tiene 22 años. ¿Y tú? Ahora que nadie te escucha: ¿la devolverías?