Al contrataque
El mal de Moix ya está hecho
El Gobierno ve facilísimo evitar el referéndum sin hematomas y no entiende que aquí todo esto se viva con tanto fragor y/o inquietud
Xavier Sardà
Periodista
Es licenciado en Ciencias de la Información, con una amplia trayectoria en radio y televisión. Su actividad se centra actualmente en tertulias de carácter político.
XAVIER SARDÀ
La espiral en la que ha entrado el PP es inverosímil. La chapuza jurídica no puede empeorar más y la sangría puede que sea arterial. Los ahuyentados votos que recibió el PP en las dos últimas elecciones fueron hasta cierto punto terminales, pero en cualquier caso potencialmente volátiles. Habida cuenta de la revuelta fiscal, la tétrica aparición de<strong> Maza</strong> y <strong>Moix</strong> para empantanar los procesos contra el PP puede acabar teniendo el efecto contrario al deseado.
El PP juega con fuego y hasta la engominada extrema derecha valenciana está harta de tanto robo y tanto butrón, mirando con nuevos ojos a Ciudadanos. El votante del PP de Catalunya ha asistido también con sobresalto al intento de crionizar la investigación del 'tres per cent'. <strong>Adiós Moix</strong>, pero el mal ya esta hecho.
'DESPLASMADO'
Por si fuera poco, Rajoy va a declarar 'desplasmado' como testigo en el juicio por la 'macrotumoración Gürtel'. Peor imposible. El PP está en plena zona de descenso. Vamos, que el PP podría estar haciendo un PDECat. Soraya Sáenz de Santamaría y Marta Pascal (tan parecidas ellas) nadan contra corriente.
Aquí los 'juntspelsí' viven con cándida animosidad un tal descalabro, como si una España políticamente débil fuera menos contumaz. Veremos. Lo cierto es que, a pesar de tantos pesares, el Gobierno ve facilísimo lo de evitar el referéndum sin hematomas y no entiende que aquí todo esto se viva con tanto fragor y/o inquietud. Con esta sobredosis de realismo mágico por ambas partes, el Macondo de García Márquez se queda en nada.
PESADILLA ARITMÉTICA
Pero al margen de que en Catalunya haya descorche o elecciones, el problema estará tarde o temprano en el Parlamento español. Si se confirma que el PP está en caída libre, podríamos volver a una agravada pesadilla aritmética de cuatro fuerzas igualadas que se autoneutralicen (mociones de censura al margen). Hay que cambiar el reglamento a la vasca para que el que obtenga mayor número de adeptos en segunda votación pueda formar gobierno. Lo contrario es la espeluznante inacción y no podemos volver al somnífero tullimiento parlamentario.
Aquí y allí hay quien ya está acampando mentalmente a principios del próximo año, cuando lo que tenga que pasar, evitarse, suceder o romperse, sepamos ya en qué consiste. A principios de año se negociará o se negociará, se recompondrá, se desagraviará y puede que haya enmiendas más o menos insoslayables. Como dijo la nobel polaca <strong>Wislawa Szymborska</strong>: "En esta escuela del mundo, ni siendo malos alumnos, repetiremos un año, un invierno, un verano".
Eso sí, mientras aquí nos creemos el centro del planeta, el perturbado Trump se obstina en cargárselo. Destroza además la palabra gilipollas.
Mi recuerdo para el gran <strong>Carles Capdevila</strong>, que emanaba una enorme calidad humana en su inteligente sonrisa. Un sabio.
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