El turno

Mal dadas, que vuelvan los hombres

NAJAT EL HACHMI

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La retirada decidida, pero no voluntaria, deCarme Chacónde la carrera a la Moncloa demuestra claramente que la supuesta feminización del poder no era más que fachada (o de portada deVogue). ¿Recuerdan la euforia con la que nos explicaban que con la paridad el Gobierno ganaría en creatividad, en puntos de vista femeninos que darían soluciones diferentes a los problemas de siempre? Pues mira por dónde, cuando la cosa va realmente mal, lo primero que se ha hecho ha sido arrinconar a las mujeres.

Algunos opinantes han sugerido que el cabreo deChacónforma parte de la puesta en escena, pero lo cierto es que motivos para enfadarse no deben faltarle, precisamente. No solo porque por el bien del partido haya tenido que apartarse, sino porque ningún otro ministro deZapateroha servido de una forma tan personal en esta legislatura. ¿Recuerdan cuando celebrábamos que una mujer embarazada pudiera no solo ser ministra de Defensa, sino ser capaz de montarse en un avión y plantarse en Afganistán en plena gestación? Este mismo diario, con aquella caricatura en portada, titulaba:Solo un reducto de machistas siguen en contra. Lo que creíamos era que los machistas estaban en el bando contrario, pero en estos días se demuestra que la maternidad de la ministra fue muy utilizada mediáticamente, pero no entendida en profundidad.

Solo con que se valorase el sobreesfuerzo que supone para una mujer tener que compaginar la gestación con una campaña electoral, la agenda de ministra con la crianza en sus primeros estadios o incorporarse al trabajo incluso antes de haber finalizado el puerperio se vería queCarme Chacónbastante se ha sacrificado. Pero no, porque los tiempos han cambiado y ahora parece que desde todas partes nos instan a volver a casa a cuidar de los hijos. A la postre, cuando no hay trabajo se espera que los últimos en haberse incorporado al mercado laboral sean los primeros en dejarlo.