El turno

Maestros con descuento

NAJAT
EL HACHMI

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El martes TV-3 estrenóMestres, un programa dedicado a la profesión docente. Es previsible que se convierta en un éxito de audiencia: todos hemos tenido maestros y la mayoría hemos estado marcados por alguno de ellos. En un mundo donde el número de miembros adultos que conforman la familia ha disminuido drásticamente, la influencia de los enseñantes es aún más notoria. Quizá por eso es un gremio sometido a un alto nivel de exigencia.

A los maestros de hoy no les basta con ser buenos conocedores de la materia que enseñan. Deben hacer de guardadores con implicación afectiva, deben ser entusiastas, vocacionales, estimulantes, como mínimo trilingües, dominar las nuevas tecnologías, adaptarse a los nuevos tiempos a velocidad máxima, estar al día de las innovaciones pedagógicas, formarse continuamente, atender la diversidad en todas sus formas, ser flexibles para adaptar lo que enseñan a los que presentan «necesidades educativas especiales», pero también a los que apuntan talentos y altas capacidades. Deben saber detectar indicios de trastornos y enfermedades de todo tipo, riesgos sociales y familiares, prevenir conductas de riesgo que en un futuro puedan abocar a sus alumnos al alcoholismo, la drogodependencia o el contagio de enfermedades sexuales mientras digieren la enésima reforma del sistema educativo marcada por la agenda electoral. Todo ello por el módico precio de una sociedad que les ha ido desprestigiando en los últimos años y los acusa de ser unos «privilegiados» y con unos recortes de sueldo considerables.

El programa puede ser un buen homenaje, pero para recuperar el prestigio perdido por los maestros yo propondría una medida para concienciar a los envidiosos que les reprochan sus vacaciones y otras ventajas: que pasen una semana en un centro educativo ejerciendo las funciones de un maestro cualquiera. Después, que nos lo expliquen.