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Macarena Herrera: "Me interné en el bosque y la casa apareció ante mí"

La tarotista okupó una vivienda en la floresta de Gavà, donde ha instalado vida y consulta

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zentauroepp40853411 barcelona 07 11 2017 contra una okupa perdida en el bosque171123124303 / Ferran Sendra

Núria Navarro

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Macarena Herrera del Sol (Santiago de Chile, 1977) es una bruja contemporánea. De niña hablaba con las imágenes de la iglesia, a los 16 años leía la baraja inglesa, y a los 40 es una maestra del tarot y las runas. Pero lo que impresiona no es eso. Es que tenía una cartera de 2.500 clientes y hacía ganar un dineral a las teles que la contrataban, y lo dejó todo porque su magia requería estar en la naturaleza. Okupó una derruida casita en un bosque de Gavà –Casa Útero la llama– donde trabaja con total libertad.

¿Cómo dio con esta casa? Vivía en una casa okupa de músicos en Castelldefels, donde aprendí leyes, reciclaje y los peligros de okupar con un menor –tenía a mi hijo Berkano conmigo–, pero necesitaba un mayor dominio del espacio y la energía. No conocía a ninguna mujer que hubiera okupado sola. Un día, por un problema con los trenes, nos internamos en el bosque y, de repente, la casa apareció delante nuestro.

¿Cómo supo que era la apropiada? Mi hijo la había dibujado y la lectura del tarot fue clara.

"Los mismos que me seguían en televisión se ponían guantes de látex para coger mi DNI"

¿De quién es la propiedad? Era la antigua casa de verano del dueño del un vivero. Estaba tapiada y se había quemado dos veces. Los trabajadores del vivero me explicaron que la zona estaba afectada por un plan urbanístico. Legalmente, no era de nadie. Una noche empecé a abrirla con una piedra –tardé una semana en practicar un agujero–. No tenía techo, estaba llena de runa, hollín y jeringuillas, pero vi la escalera de caracol que había soñado de niña. Lo primero que hice fue marcar las cuatro esquinas y plantar aloe vera.

¿Nadie le dijo nada? El dueño del vivero llamó a la policía. Armada con una cámara, les dije que estaba grabando y que lo transmitía por internet. Fue curioso: los mismos que me seguían por televisión se pusieron guantes de látex para coger mi DNI. Resistí durante una semana. Solo salía de noche para reciclar. Al final, la policía no solo se dio por vencida sino que se convirtió en mi gran aliada. Sabían que estaba sola y, si les llamaba, venían en mi ayuda.

Sin agua, sin luz, sin puerta ni ventanas. ¿Insegura? Me costó mucho que la gente respetara el espacio. Una noche encontré un saco de dormir, jeringuillas y bolsas con vómitos y caca. Y cuando ya había traído a mi hijo, se metieron dos encapuchados y el niño se asustó, más por mi reacción que por ellos.

¿Qué hizo? Los maldije y retrocedieron. Reconozco que en aquella época me volví hostil. Estaba muy asustada. Desconfiaba de todos. Pero todo se ha ido calmando.

Menos mal. Siempre he tenido una gran confianza en el universo y en los espíritus. Y con voluntad y la ayuda de mi pareja, Patrick, he logrado poner en pie la Casa Útero, donde ejerzo mi proyecto esotérico con absoluta libertad de acción. Tengo gallinas para la ovoterapia, un jardín de hierbas medicinales, la casita de los espíritus, el altar a las deidades del mar...

"Durante la crisis, los empresarios
empezaron a insinuar la conveniencia de asustar a los consultantes. Decidí dejarlo"

Viene de una familia bien de Chile. Tenía reputación esotérica. ¿Qué le incomodaba tanto? Dejé la casa de mis padres, con un lindo jardincito, donde estaba muy protegida, y más tarde Chile, porque necesitaba libertad. Aquí trabajé para Canal 25, Teletaxi, Canal Català... Ganaba dinero –120 euros la consulta– y me financiaban los estudios, los libros y los viajes. Con la llegada de la crisis, los empresarios se pusieron tensos. Insinuaban la conveniencia de asustar a los consultantes para crear dependencia del servicio, y yo quería trabajar por aporte voluntario. Creo profundamente en lo que hago.

Dicen que acierta mucho. Uno nunca termina de sorprenderse de cómo una baraja de 78 cartas de cartón puede tener tantísimos aciertos. Yo he intentado racionalizarlo, pero no es posible. Lo humilde es reconocer que hay Algo al que todos estamos más o menos contectados. Si la persona quiere reconectarse, mi trabajo es ser un buen espejo. 

En el bosque apenas hay cobertura. ¿Cómo dar con usted? Tengo un blog: triviaruna.blogspot.com.