Al contrataque

Lucas

Las redes ya se han llenado de imágenes de anónimos y caras conocidas que se cubren con una máscara de superhéroe mientras donan médula

Un trasplante de riñón en un hospital de Barcelona.

Un trasplante de riñón en un hospital de Barcelona. / EL PERIÓDICO

ANA PASTOR

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Lucas era un bebé cuando todo comenzó. Rostros serios de sus médicos y la expresión del dolor máximo de unos padres que acaban de confirmar la sospecha más terrible: leucemia. Tenía entonces Lucas dos añitos. Y su pequeño cuerpo comenzó a experimentar la única invasión que podía salvarle: quimioterapia. «Cuando te dan la noticia...», recuerda su madre, Cristina. 

Hace ya 24 meses de aquello. El miedo de esa frase inacabada no se ha marchado todavía. Sigue ahí haciéndose notar a cada minuto que pasa. Maldito miedo. Maldita realidad. Lucas ha sufrido una recaída. Vuelta a los pasillos, a las agujas, a las batas blancas y verdes, a los días que parecen noches, vuelta a la invasión en su pequeño cuerpo, a las bocas que hablan pero no tienen respuestas, a las preguntas de Lucas que todo lo quiere saber, a los abrazos de la «familia de la 7A» que son las madres de otros niños que como él están ingresados en esa planta del madrileño hospital Doce de Octubre

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Vuelta a empezar. Como hace dos años. Cristina me cuenta que cuando Lucas enfermó ella dejó el trabajo. Sus tratamientos y sobre todo lo que ocurre después de ellos requieren toda su atención. Cuenta Cristina su historia subrayando bien los verbos de un futuro que ella quiere escribir para Lucas. Y no pide dinero. No le sobra, pero no es esa precisamente su batalla. Busca un donante compatible con la médula de su pequeño Lucas. Una gota en un océano que ella está dispuesta a encontrar sea como sea. 

Ha puesto en marcha una campaña en las redes para que quien pueda y quiera ayude a Lucas. Un sencillo gesto en busca de esa gota. A través de la Organización Nacional de Transplantes (ONT) o en función de la comunidad autónoma en que residamos se puede recibir en casa un sencillo 'kit' que incluye un bastoncillo para recoger una muestra de saliva. Ese mismo 'kit' se envía de vuelta y pasará los correspondientes análisis.

Lucas encabeza esta campaña ataviado con un disfraz de Batman, que es su superhéroe favorito. Su madre pensó que podría ser un buen icono para implicar a cuantas más personas sea posible en el hallazgo de su gota en el océano.

SUPERHÉROES

Así, bajo el epígrafe 'Busco mi héroe' las redes sociales ya se han llenado de imágenes de anónimos (en el pueblo de Lucas, en Valdemoro, Madrid, los vecinos y hasta la policía local se han implicado en el caso) y caras conocidas que se cubren con una máscara de superhéroe mientras donan médula. 

El gesto que puede salvar la vida de Lucas. Que se puede realizar en cualquier hospital público de nuestro país. La gota en el océano que busca Cristina para su pequeño y que puede aparecer en cualquier momento.