Dos miradas

La losa del Santo Padre

josep maria Fonalleras

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La Iglesia católica tiene un arsenal teológico para hacer frente a los casos de pederastia. Hay declaraciones del Santo Padre que son contundentes y explícitas. «Hay cosas que siempre son malas, y la pederastia siempre es mala», dijo mientras volaba a Australia. Y mientras volaba a Estados Unidos declaró: «Me da vergüenza y haremos todo lo posible para garantizar que no volverá a repetirse. El contenido fundamental de la expresión pedir perdón es intentar hacer todo lo posible para curar a las víctimas y para reconciliarnos con ellas».

No podemos negar que Benedicto XVI ha tomado conciencia del mal esencial que han practicado tantos miembros de su Iglesia, y de las consecuencias no solo morales que el alud de denuncias puede provocar. Ha tomado conciencia, pero no deja de ser curioso que las citas que he escrito antes procedan de conversaciones a más de 5.000 metros de altura. Como si contemplara este desaguisado colosal desde una distancia que no satisface el deseo de justicia.

Benedicto XVI utiliza a menudo este «hacer todo lo posible», pero parece como si le faltara una profunda convicción. «Hacer todo lo posible» no es ocultar a los culpables en un monasterio, por ejemplo. En la primera visita oficial al reino de los anglicanos desde hace casi cinco siglos, una cita histórica, sufrirá de nuevo el peso de una losa que indigna a los ciudadanos honrados y que enardece a los católicos de buena fe.