Yo qué sé...

Los putos amos y los huevos de Fra Rupert

XAVIER SARDÀ

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A preciado Pep Guardiola, permíteme felicitarte por tu trabajo y por tus éxitos. Soy poco original, pero es que lo pones muy difícil: ¿qué otra cosa se puede hacer?

El otro día entraste al trapo de Mourinho y algunos te criticaron por ello. Criticaron sobre todo lo del «puto amo». Claro, es como si Espriu hubiera dicho «collons». Como tienes al personal habituado a que más que un entrenador de fútbol parezcas el primer lord del almirantazgo británico, cuando te sueltas algunos se quejan. Son una minoría, pero se quedan asombrados de que dentro de tu cuerpo físico y tu mente prodigiosa haya una persona humana. Vaya susto para la gente bien.

Ya sé que tú debes pensar que fue un error. Yo no, pero si así lo considerase celebraría igualmente que dieses algún tropiezo. Te prefiero imperfecto, Pep. Este pronto que has tenido, tanto en la forma como en el fondo te humaniza.

Has jugado a fútbol desde que eras un niño y sabes lo que se dice en los campos y cuál es el lenguaje popular de la peña en los estadios. Tú sales de ese ambiente y detestas la arbitrariedad -no la de los colegiados- y la humillación. Has pasado por el fútbol decantando las miserias y metabolizando solo lo esencial y positivo del deporte. Tu caballerosidad (término tan antiguo y tan antiguamente vinculado al deporte) está fuera de toda duda... como si hubieses jugado en una liga entre los de Esade y el seminario de Barcelona. Eso está bien, pero, collons, qué gusto da verte sacar el carácter de vez en cuando. Qué puto gusto.

Me consta tu admiración por Rosa Maria Sardà, que recientemente ha estado en el Lliure leyendo y recitando a Josep Maria de Sagarra. Uno de los poemas de Sagarra es la Balada de Fra Rupert, quien cuenta a los cuatro vientos cómo los tiene:

«Els tinc grossos i rodons com els Pares Felipons.

I els tinc nets i sense tites com els 'Padres' Jesuites.

Els tinc frescos i bonics con els Pares Dominics.

Cadascun em pesa un quilo com els del Pare Camilo.

S'els podria portar amb palmes com aquells del Mestre Balmes.

No els tinc tous ni tampoc 'nanos' com els tenen els 'Hermanos'.»

Y un largo y exhaustivo etcétera. Sagarra dando voz a Fra Rupert. Ya lo ves, Guardiola, el gran poeta también se permitía licencias cuando le venía en gana. Yo me atrevo humildemente a otra estrofa, que diría:

«Tengo en su sitio los huevos, prudentes y bien guardados... Y no sé cómo ha sido, ¡ay señor!, que el Mourinho me los ha tocado».

Guardiola, tu prudencia es un valor, pero no el valor. Estás en casa y en esta casa no nos asustamos porque de vez en cuando te sueltes como uno más. Es mil veces más humano el país popular de renegaires que el país mojigato de misa dominical. Ya lo sabes. Así que a Dios rogando y con el mazo dando.

Sí cabría algún matiz en lo de homologar el Barça a Catalunya. Siendo el país de verdad y por lo tanto complejo, caben en él los del Barça, los del Espanyol, los madridistas, los del Málaga y quienes sean... Pero eso, como casi todo, ya lo sabes tú. Salud y más suerte. Yo qué sé...