UN FORMATO DIGITAL CON FUTURO

Los hilos de Twitter

En tiempos de posverdad, 'fake news' y burbujas informativas, son muy valoradas las reflexiones que se valen de datos, citas y argumentos

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Antoni Gutiérrez-Rubí

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El origen de la palabra 'texto' (que en inglés o alemán es 'text' y en francés 'texte') proviene de la palabra en latín 'textus', o del verbo 'texere' que significa "tejer, tejido, trenzar o enlazar". El participio del verbo 'texere' también nos dio otras palabras como 'contexto', 'hipertexto' o 'pretexto'. Sugerente, ¿no es cierto? Como siempre, la etimología nos habla del alma de las palabras, nos adentra en el corazón íntimo de su significado.

Escribir es tejer, las palabras como hilos, las líneas como tejido. Es una poderosa y hermosa imagen. Seguramente, leer entre líneas (del texto), o escribir en los márgenes del mismo, sería como generar unos puntos imperfectos, deshilachados de la escritura. Tejer palabras, para vestir nuestra condición humana. Sin ellas, estamos desnudos.

Adoramos las listas porque nos parecen más sólidas como argumento

No es extraño entonces que lo que se conoce como un hilo de texto en Twitter se haya convertido en un formato muy atractivo y eficaz de comunicarnos en esta red social. Estos hilos se usan cuando los 280 caracteres no son suficientes. En ese momento, podemos autorespondernos y creamos un hilo de tuits con nuestro mensaje. El hilo sirve de ayuda a los lectores y lectoras para seguir todo el texto publicado, viendo las interacciones o respuestas de otros usuarios sin romper el hilo argumental, ni la cronología.

La mayoría de estos hilos se numeran, adicionalmente, para conseguir un efecto lista que tanto funciona en la cultura digital. Adoramos las listas porque nos parecen más sólidas como argumento, cuando estos argumentos se numeran. Es la influencia del orden jerarquizado, limitado y secuencial como patrón de calidad y de solvencia. Paradójicamente, en la red -breve por excelencia-, el hilo largo seduce cada día más a los lectores.

Fuertemente criticados al principio

En cualquier caso, estos hilos de tuits, que se lanzaron en el 2017, fueron terriblemente criticados en sus inicios, por no "respetar" la regla de Twitter de usar 140 caracteres (después 280) para expresarnos. Estos 'tweetstorms', como se les llamaba, eran vilipendiados por los usuarios, al entender que su 'timeline' se llenaba de ellos, fruto de personas que no podían controlar su verborrea y locuacidad.

Sin embargo, la mayoría de los usuarios han entendido cuándo es importante lanzar un hilo y cuándo no. Y es conveniente usarlo si se quiere plasmar algo de manera diáfana, con datos, con reflexiones, contrastando. También cuando la confusión es generalizada y los argumentos son sustituidos por el impresionismo digital. Una lista, además, resulta más efectiva si quien la escribe tiene alta reputación entre sus seguidores y acreditada su credibilidad o competencia. Es entonces cuando un hilo adquiere relevancia como argumento de autoridad. Como indicaba José Luis Orihuela: "Los hilos aportan continuidad, serialidad y contexto, frente a la fragmentación, dispersión y aleatoriedad del 'timeline'. Su popularidad se debe a la saturación que produce el contenido 'snack' y a la búsqueda, por parte de los usuarios, de una mayor profundidad argumental y narrativa sin salir de la plataforma".

En España hay usuarios interesantes que suelen explicar cosas a través de hilos. Un buen ejemplo es la Asociación PorCausa, con el #HiloporCausa, que hace una recopilación semanal de noticias (todos los domingos) sobre migraciones. Por supuesto, en todos los casos, es el primer tuit el más difundido (ya que precede y enlaza a los demás), pero lo interesante es que, también, muchos de los otros tuits del hilo logran difusión por sí mismos, o bien con respuestas, retuits o con 'me gusta'.

Recientemente, la sentencia en el juicio contra 'la Manada', provocó que se escribieran numerosos hilos, con diferentes opiniones. La mayoría en contra de la sentencia, algunos a favor, pero casi todos mostraban una buena reflexión para la que se valían de datos, citas y argumentos. Y eso, en estos tiempos de posverdad, 'fake news' y burbujas informativas, es muy valorado. En esta ocasión, y con un ambiente emocionalmente muy intenso, los hilos ayudaron a comprender mejor algunos conceptos jurídicos complejos y con matices muy importantes (en términos de consecuencias en las condenas) como la diferencia entre acoso, abuso o agresión.

La cultura de los hilos parece que ha llegado para quedarse, porque parece más sólida (con apariencia de veracidad) que el resto de pequeños contenidos, tan frágiles, efímeros y fugaces. Los hilos están tejiendo la red de textos y contextos, de datos y argumentos que, apoyados de los 'hashtags', están haciendo consistente lo breve. Lo que empezó como una práctica ajena a la cultura de Twitter está siendo, sorprendentemente, un gran formato digital con mucho futuro.