Editorial

Los Goya de J. A. Bayona y Raúl Arévalo

La 31ª edición de los Premios Goya vino a ser una fotografía de un cine que acumula cada día más talento a pesar de no despegar

Foto familia de los premiados en la gala de los Goya 2017

Foto familia de los premiados en la gala de los Goya 2017 / periodico

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La 31ª edición de los Premios Goya, la gran gala de la cinematografía española, vino a ser una fotografía de un cine que acumula cada día más talento a pesar de no despegar. Los éxitos se concentran en unos pocos títulos que logran el liderazgo en la taquilla en una competencia desigual con los productos que llegan de Hollywood. La gala tuvo, en un palmarés sin sorpresas, a dos ganadores, uno por la cantidad de premios y otro por la calidad de los suyos. El caso del barcelonés J. A. Bayona, criado en la Trinitat Vella, es extraordinario. Ha dirigido solo tres filmes y con 'Un monstruo viene a verme' logró 9 'goyas' que se suman a los 12 que coleccionó con 'El orfanato' y 'Lo imposible'. El talentoso Bayona ha jugado siempre en la liga de los grandes, goza del apoyo del público y de la admiración del propio Steven Spielberg. 'Un monstruo viene a verme' sumaba hasta final de enero 26,5 millones de recaudación y 4,6 millones de espectadores.

A mucha distancia se sitúa la considerada por la Academia como mejor película, 'Tarde para la ira', del director debutante y también actor madrileño Raúl Arévalo. El resto del palmarés se lo repartieron 'El hombre de las mil caras' y 'Julieta'. Todas ellas crecerán algo por la palanca de los premios, pero la industria del cine español precisa un impulso institucional para promocionar un talento que ya goza de reconocimiento internacional. El sector confía en el nuevo ministro de Cultura al que dio una tregua el sábado a pesar del desaire del presidente del Gobierno.