El turno

Los famosos bloques electorales

JORDI MERCADER

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La cuestión central del enfrentamiento de los consejos de administración de los medios públicos con los profesionales -y viceversa- con ocasión de los bloques electorales es bien sencilla: los grupos parlamentarios quieren asegurarse un minutaje mínimo para su intensísima actividad electoral y los periodistas quieren salvaguardar su libertad de criterio para configurar la información. Ambos bandos esgrimen en este combate dialéctico palabras mayores: la defensa del pluralismo como garantía de democracia, los unos, y el derecho y la libertad de información, los otros. La desconfianza mutua decora el campo de batalla.

El empate técnico es muy sólido. Pero siempre acaba imponiéndose la autoridad legal, que después acepta, como mal menor, el desahogo de los profesionales de repetir en pantalla una y cien veces que no están de acuerdo con la decisión del consejo y por eso no firman las informaciones de los noticiarios relativas a la actividad electoral.

Una polémica tan audiovisual y tan repetitiva acaba, muy probablemente, agravando un poco más el estado de descrédito que vive la política debido a causas suficientemente conocidas. Es un lujo que ninguna de las partes puede permitirse, aunque las dos posiciones se sustenten en argumentos razonables.

Imaginemos que los noticiarios ofrecieran información electoral según criterio periodístico y que al final de los mismos se emitieran los bloques electorales dictados por el consejo de administración, incluso con las imágenes facilitadas por los partidos (de hecho, algunos ya lo hacen). Resultaría un aumento de información política en los noticiarios y seguramente habría que separar de los informativos los espacios de propaganda que la Junta Electoral garantiza a todas las candidaturas. El peligro más evidente sería el de la repetición, pero en ningún caso se llegaría al espectáculo de los deportes, esos famosos planos de futbolistas practicando rondos o subiendo y bajando del autobús. Y total son 15 días.