La Liga del poder

Seas de izquierdas o derechas, creo que hay que reconocer que PSOE y PP se han cubierto de gloria los últimos años. Pese a ser los partidos que más poder han alcanzado en España, resulta que, tras las elecciones del 24-M, son incapaces de gobernar por sí solos en muchos ayuntamientos y autonomías. Para poder mandar, dependen de formaciones mucho más pequeñas y hasta novatas, como Podemos o Ciudadanos. Y eso es como si Barça o Madrid precisaran que otros rivales, menos poderosos, les echaran una mano para ganar la Liga. De ser así, sería lógico preguntarse qué se ha hecho mal para no depender de uno mismo pero, en política, gusta más disimular que cuestionarse.

El PSOE de Zapatero se bajó los pantalones ante Merkel, y puso en marcha la hoja de ruta de los recortes. En vez de dimitir o de negarse a recortar, optó por defraudar a los suyos. Después, vinieron los otros, el PP, y, hala, más recortes e incumplimiento de promesas electorales, lo que decepcionó a los suyos. Y si a todo eso le añadimos la corrupción, desde los falsos ERE hasta la Gürtel, el saldo de estos partidos es para mear y no echar gota. Increíble. Y deprimente. Y aún te deprimes más cuando ni PP ni PSOE son capaces de admitir con mayúsculas, y no con la boca pequeña, que la han pifiado.

Por un lado, el PP insiste en recordar que ha sido el partido más votado en España el 24-M. Pues eso es como si Madrid o Barça alardean de ser los equipos más goleadores. ¿Y sirve realmente de algo? No. Que el PP haya sido el 'pichichi' en las últimas elecciones, no sirve para ganar la liga del poder si no pacta con otros partidos. Por su parte, el PSOE subraya que ha sido la fuerza de izquierdas más votada. Sí, es cierto, ha hecho más goles que otros, pero no sirven para mandar sin la ayuda de esos otros. La fragmentación del voto es el fracaso de PP y PSOE por mucho que se empeñen en disimular.

Puro disimulo

Ahora, el disimulo de moda en el PP es decir que la prioridad es que no mande la izquierda. Eso es como si Barça o Madrid dicen que lo importante es que no gane la Liga su máximo rival. Puro disimulo. Si acaso será un mal menor para el PP, pero nunca un éxito del PP. Y en el PSOE el disimulo de moda es soltar que lo importante es que no mande la derecha. Otro mal menor disfrazado de éxito. En realidad, los únicos que pueden sacar algo de pecho son Ciudadanos y Podemos. Se los rifan. Rajoy ya ha comido con Rivera, y Sánchez, con Iglesias. Dos citas, por cierto, más secretas de lo deseable en estos tiempos, en los que se reclama más transparencia. ¿Se acabarán convirtiendo en casta Iglesias y Rivera? Gracias al electorado, ahora tienen las llaves del poder pero, si se separan de la gente y se casan con el poder, pueden acabar como el PP y el PSOE, cantando «'Dónde están las llaves, matarile, rile, ron. ¡Chimpón!'» .