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Conclusiones de agosto

MIKEL LEJARZA

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Agosto, con una temporada finalizada y otra a punto de comenzar, es un buen mes para sacar algunas conclusiones de como va transcurriendo el año en términos televisivos. En nuestro entorno no ha habido grandes novedades en cuanto a contenidos (lo mejor 'Vis a vis', aunque lejos de lo que supuso 'El tiempo entre costuras') y quizás lo más relevante por lo que pueda suponer cara al futuro haya sido la compra por parte de Telefónica de Canal+ y su plataforma.

La falta de una potente oferta de producto local de la mano de la televisión de pago es uno de los grandes déficits del sector y quizá ahora, resuelto el asunto del futbol, la cosa comience a arreglarse, lo que sería una buena noticia para el sector en su conjunto. Porque si algo ha vuelto a mostrarse con claridad, basta comprobar las nominaciones a los Emmys, es que la gran fábrica de producto televisivo de calidad está en los grupos de pago norteamericanos, más algún añadido -a modo de excepción que confirma la regla-por parte de las cadenas inglesas.

Un cierto agotamiento

Pero la temporada no muestra nuevas grandes novedades y si un cierto agotamiento y sobreexposición. Hay tantas series, que es inútil intentar seguir estando al tanto de todas, y comienzan a apreciarse signos de saturación. No ha aparecido un nuevo Juego de tronos, que continúa en un estado de forma extraordinario; ni series a la altura de lo que significaron 'True detective''House of cards' o 'Homeland', que repiten fórmula y en algunos casos comienzan a aburrir.

El panorama muestra tics propios de la decadencia del cine, como la cada vez mayor apuesta por el mundo del cómic y los superhéroes ('Marvel's Agent Carter', 'Agent SHIELD''Gotham') y el declive absoluto de uno de los géneros que ha reinado hasta hace poco, la comedia romántica, donde los guionistas siguen buscando sin éxito como sustituir a 'Friends' o 'Cómo conocí a vuestra madre', y las únicas novedades provienen de remakes tan antiguos como La extraña pareja.

El éxito del año es 'Empire', un culebrón con música actual, que ejemplifica otra característica cada vez más presente en la ficción televisiva: la diversidad de personajes y narrativas. Por lo demás, poca cosa.

Netflix continúa con su expansión y en breve estará con nosotros con su apuesta por la producción propia cada vez más arraigada. Esta temporada ha añadido al menos dos nuevas e interesantes series a su catálogo: 'Daredevil' y 'Bloodline'. Su crecimiento sigue imparable, pero con poco más de 50 millones de abonados sus planes de negocio necesitan de 150 millones para poder mantener la fórmula a finales de década... y sus competidores crecen.

Por último, la tele pública sigue en estado de shock. Hasta la BBC, siempre la mejor, ha entrado en un proceso de renovación incierto y polémico, aunque productos como 'Wolf Hall''War and peace' y 'Strange and Norrell' recuerdan que siguen siendo un ejemplo de calidad. Mientras tanto, TVE sigue su particular descenso hacia la inanidad. Solo los más mayores recuerdan que hubo un tiempo en que se la conocía como La 1 y era de todos nosotros.