¿Legal o ético?

¿Si usted pudiera evadir impuestos (legalmente), lo haría? Con la mano en el corazón, dígase la verdad. El llamado asunto de los papeles de Panamá, es decir, la sofisticada ingeniería financiera con la que la firma de abogados Mossack Fonseca provee a los ricos y poderosos de todo el mundo para que puedan evadir (ilegalmente) o eludir (legalmente) impuestos, lleva a interrogarnos íntimamente sobre nuestros deberes con la comunidad y nuestros derechos como personas.

El primer ministro islandés ha tenido que dimitir. Compartía con su mujer en las Islas Vírgenes una sociedad con un capital de 3,5 millones de euros en bonos. Por el contrario, Miguel Arias Cañete, comisario europeo y exministro español, dice que la sociedad off shore de su mujer no ha tenido actividad desde que él está en Bruselas. Y ya está, sigue desfilando, tal como a él le gusta decir. La infanta Pilar, hermana del rey abdicado Juan Carlos, admite que fue presidenta y directora de la sociedad Delantera Financiera de Panamá de 1974 al 2014. Todo dentro de la ley, dice. Desconocemos las competencias empresariales de doña Pilar y el objeto de la sociedad, y sospechamos que ha sido una manera de enriquecerse ella y su familia real.

¿Cómo hay que valorar la elusión de impuestos? ¿Igual para un servidor del Estado que para un artista como Pedro Almodóvar o un deportista como Àlex Crivillé? El noi de Seva, campeón mundial de motociclismo de 500 cc, en la radio me dice bien claro y tranquilo que él no ha hecho nada malo. Que había ganado el campeonato del mundo en 1999 y le aconsejaron que el dinero de los derechos de imagen se los gestionase un banco de Suiza. No sabe nada de las Islas Vírgenes ni de la sociedad de Panamá. Ni lo necesita. En su banco suizo le aconsejaron que en vez de pagar un 50% de las ganancias en impuestos (en España) pagase un 20%, que es lo que le correspondía como residente suizo. Todo legal y para eludir impuestos, sí, lo reconoce. Le escucho hablar sinceramente y me pregunto si debemos tratar íntimamente igual a un deportista que arriesga personalmente y puede ganar mucho dinero en un corto espacio de tiempo y a un representante político que tiene ese trabajo porque los electores han depositado su confianza en él. Y a la vez me pregunto si se puede confiar en el Estado de la misma manera en España, en Venezuela o Gran Bretaña.

Paraísos e infiernos fiscales

Paraísos e infiernos fiscalesHay muchas consideraciones a tener en cuenta. Y al final hemos de concluir que lo que hace falta es que desaparezcan tanto los paraísos como los infiernos fiscales. Que lo mejor será que legalidad y ética vayan unidas. La publicación masiva de información de 370 periodistas de 76 países en 109 redacciones que utilizan 25 idiomas para analizar 11 millones de documentos contribuirá a eso. Seguro.