El legado de los años 90

MANEL FERRER

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Y nunca mejor dicho, Ramón García se puso ayer lunes al frente de ‘El legado’, el nuevo, o viejo, concurso de las tardes de TVE y que se va a emitir cada día a eso de las siete de la tarde.

Ya para empezar, un concurso de tardes presentado por Ramón García ya pinta mal y más recordando ese otro que intentó hacer la pasada temporada y que acabó resultando ser también un auténtico bodrio. Pues si a esto le sumas un plató amarronado, que no se lleva, un grafismo anticuado y una actitud sería por parte del presentador… Acaba convirtiéndose en el típico concurso de los 90 dónde aún no se había descubierto que los concursos se ven si hacen gracia y te entretienen.

También es verdad que esto ya me lo esperaba. Televisión Española se encuentra des de hace años bloqueada en una época que no se corresponde con el año en el que nos encontramos. Nos quedamos varados en las galas de José Luis Moreno y esos concursos y programas dónde Ana Obregón y Ramonchu eran lo más top y ciertamente, eso ya caducó.

Pero lo que más me preocupa de la televisión pública es que los formatos que se piensan ya parten de ser añejos, y encima la persona evaluadora de estos los da por buenos y los tira hacía adelante. ¿Es broma? ¿Cómo puede ser que gente que únicamente se limita a ver la televisión desde sus casas se den cuenta de que esto no encaja y en cambio los profesionales del canal no lo sepan ver?

Viven en modo ‘pause’ y lo demás les da igual, es cierto que se han querido fijar en lo que hacen la competencia porque puedes ver alguna similitud en el diseño del plató con otros programas, concretamente de Antena 3, pero luego cogen la idea, la transforman en vintage y te sacan el formato que ellos van a vender como el más revolucionario del momento. Ya os vale.

Luego me quedo observando a Ramonchu recordando esa época en la que yo lo llegué a admirar cuando hacia el Gran Prix. Las noches de verano eran míticas gracias al programa de la cucaña, los troncos locos o la vaquilla. Es más, me arriesgo a decir que ese programa veraniego era mucho más moderno que el que ahora ha estrenado, ¿curioso verdad?

Y siendo egoísta pienso que tampoco es tan grave que hagan programas caducos y que con no verlos está todo hecho, pero luego me pongo a fantasear y a pensar en el montón de cosas que se podrían hacer en esas horas de relleno y me enfado mucho.

No es cierto que aquello que funcionó puede volver a funcionar, cada estilo de programa, cada presentador y cada formato tienen su momento y cuando este acaba se cierra en un cajón pero que jamás se puede volver a abrir y por lo visto, TVE ha dado con las llaves y no dejan de sacar antiguas reliquias de lo que en su momento fue la televisión de nuestros abuelos.

La nueva televisión existe, pero de momento en La 1 no la vamos a ver.