Leer mejor

Dan Brown posa, en Madrid, en la presentación de su último libro, 'Inferno'.

Dan Brown posa, en Madrid, en la presentación de su último libro, 'Inferno'. / AGUSTÍN CATALÁN

XAVIER BRU DE SALA

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Cuando le preguntaban por qué corregía sus textos hasta la náusea, Espriu se subía por las paredes: “Porque sé más”, “porque sé más”, “porque sé más”, repetía con una voz de grajo que recordaba el cuervo de su querido Poe. A pesar de lo que afirma una admirable tuitera, no todos mejoramos constantemente la capacidad lectoescripora. Esta capacidad, que la de leer y escribir es una y no dos, en eso sí estamos de acuerdo, queda congelada a partir del momento en que dejamos de esforzarnos, no para leer o escribir más sino para hacerlo mejor.

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La naturaleza ya hizo mucho preparando a los sápiens para charlar, e incluso hablar, más que ninguna otra especie. También para contar con los dedos y algo más allá. Ahora bien, calcular, leer y escribir (lástima que no exista el verbo ‘lectoescribir’) son productos de la cultura que requieren años de aprendizaje, que por si alguien no lo recuerda es el título de la obra completa de Espriu. Y así como la inmensa mayoría hemos desaprendido a calcular gracias o por culpa de las maquinitas que lo hacen por nosotros, y ya no sabemos ni hacer sumas mentales como las abuelas y los abuelos menos instruidos, también se puede predicar del 'bestsellerismo' que tiende a disminuir la competencia de los lectoescritores que se mecen en tales hojarascas.

Conclusión reafirmada: el libro que no plantea un reto al lector, que no le exige un esfuerzo de penetración, no le mejora las conexiones neurales y por lo tanto no merece que las administraciones públicas dediquen un solo euro a promocionarlo. ¿Verdad que nos parecerían absurdas unas supuestas campañas a favor de las apps que suman, dividen y así vuelven gandul el cerebro? Pues eso, eso mismo para las campañas a favor de la lectura, de las cuales se benefician los libros que lo dan todo amasado y empastan, para no decir embadurnan las azoteas. Para expresarnos mejor no se trata de leer más sino mejor.