La lectura errónea del 'caso Cintora'

La lectura errónea del 'caso Cintora'

La lectura errónea del 'caso Cintora' / periodico

MANEL FERRER

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Jesús Cintora fue destituido hace unos días de su cargo como presentador de ‘Las mañanas de Cuatro’. Esto esta causando un revuelo descomunal en las redes, dónde se pide la readmisión del presentador en su cargo, alegando censura y vetos infundados en Mediaset, este caso, en Cuatro.

Los principales motivos de esta destitución, tienen como base el posicionamiento que ha mostrado Cintora ante algunos temas tratados en el programa, quedando lejos de la neutralidad que debería de mostrar como presentador del formato matinal.

Des de mi punto de vista, los internautas han hecho una lectura errónea de la situación y han tildado injustamente al canal de censurador. No se ha entendido que no se está  censura la opinión, sino que se quiere evitar que un presentador actúe de tertuliano, dejando de lado la neutralidad y el objetivismo y tirando de pleno por un punto de vista concreto y que acaba difuminando por completo la idea inicial del programa de tertulia.

En mi opinión, esta conclusión que estoy sacando la podría haber sacado el propio Cintora y no dejar entre ver en su cuenta de Twitter la censura y la mala praxis del canal, que por otro lado, ya están pensando como situarlo de nuevo en alguno de sus programas, esta vez como tertuliano.

Por otro lado, entiendo que cuando tratas durante tantas horas con informaciones políticas, personalidades relacionadas y noticias, acabes generando una opinión propia, pero esto no tendría que ser sinónimo de trivialidades y flechas que siempre apunten hacía un mismo lugar. Es cierto que en algunos canales está bien visto que sus presentadores se posicionen y aporten comentarios de cosecha propia, pues definen así una línea editorial muy clara, pero en el caso de Mediaset, pondría la mano en el fuego diciendo que siempre quieren acercarse a la parte más blanca de la noticia y apostar por la libre interpretación de cada uno de sus espectadores. Eso no quiere decir que sus presentadores siempre ejerzan como tales, y a veces se mojen, pero una cosa es hacer un comentario en busca del aplauso y otra muy distinta empezar y acabar tu programa soltando pullitas, comentarios partidistas e informaciones narradas y llevadas a un nivel que difiere de lo que debería de ser, como diría mi abuela, al pan, pan y al vino, vino.

Con todo esto no quiero decir que nuestras televisiones tengan que apostar por presentadores sin sangre e inexpresivos, pero todo en su justa medida. La gracia de la pequeña pantalla es que la gente des de casa saquen sus propias conclusiones y que jamás se sientan presionados por una opinión o una valoración. Todo tiene su enfoque y su momento.

Concluyendo con todo el tinglado de Cintora y la falsa censura, hizo bien el canal extendiendo una nota de prensa contando el porqué de la decisión. Pues en algunos portales se acusaba al presentador de haber sido apartado por otros motivos relacionados con el trato que propinaba a algunos de sus compañeros, y que realmente, en el caso de ser ciertos, me parecería mucho peor que cualquier censura o comentario que se pudiese hacer delante de una cámara.

La libertad en los medios también pasa por poder trabajar libremente, sin presión y sin sentirse condicionado por nada ni por nadie.