Las tentaciones de Rajoy y los Presupuestos

Mariano Rajoy, ayer, en el congreso regional del PP de Madrid.

Mariano Rajoy, ayer, en el congreso regional del PP de Madrid.

JESÚS RIVASÉS

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Mariano Rajoy ha luchado contra sus propias tentaciones durante un largo tiempo, pero sin ayuno, con bastante ejercicio y sin retirarse a ningún desierto, parece que las ha vencido. "Todo esto tendrás, una mayoría más holgada y a tus adversarios más debilitados, si te olvidas de los Presupuestos, esperas y convocas elecciones", le decían al oído algunos asesores y también desde dentro su otro yo, el del político que -para asombro de propios y extraños- ha logrado hasta ahora desembarazarse de sus rivales, internos y externos.

El próximo viernes, 31 de marzo, el Consejo de Ministros, salvo sorpresa, aprobará el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2017, elaborados por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Rajoy, en algún momento dudó y tuvo tentaciones -ciertas- de desistir en el empeño de sacar adelante estos Presupuestos y, simplemente, prorrogar los anteriores, algo posible, que hubiera justificado por la falta de apoyos suficientes. El presidente tuvo que escuchar los argumentos de aquellos que le tentaban con esa posibilidad. Le insistían en que una prórroga presupuestaria era la mejor receta para, sobre todo, tener controlado el déficit, uno de los grandes objetivos actuales del inquilino de la Moncloa. Luego le anunciaban un futuro dorado en otras elecciones adelantadas. Rajoy estuvo indeciso, pero al final resistió a la tentación y ahora, no solo espera lograr el visto bueno para estos Presupuestos, sino que ya trabaja en los del 2018 que también confía ver aprobados en el próximo otoño.

Rajoy, en medio de las incertidumbres europeas, parece haberse instalado con una cierta solidez entre los "grandes" de la Unión Europea en tiempos del 'brexit' y todavía sueña con alcanzar más peso. En ese escenario, una prórroga presupuestaria no es la mejor tarjeta de visita en Bruselas, en donde Luis de Guindos, ministro de Economía, ha tenido que emplearse a fondo para explicar los excesos de estos años del déficit y evitar multas, y en donde también le apremiaban con el Presupuesto pendiente. España, no se puede olvidar, estuvo bajo vigilancia extrema y, justo ahora, cuando por primera vez en 2016 se ha cumplido con el déficit, eludir la aprobación de los Presupuestos era otro baldón. No ha sido -claro- la única razón, pero ha importado y, al final, tras una tramitación parlamentaria, no sin sustos, esta primavera florecerán los Presupuestos Generales del Estado para 2017. Ciudadanos tendrá que apoyarlos; no tiene otro remedio. Ana Oramas (Coalición Canaria) y Pedro Quevedo (Nueva Canarias) obtendrán réditos espectaculares por sus votos y, por último, el PNV, que contempla desde la distancia el enredo catalán, saldrá muy beneficiado, en dineros y en otros asuntos. No tiene nada que ver con los Presupuestos, claro, pero el principio del acercamiento, primero escalonado, de presos vascos está a la vuelta del verano. Entonces Rajoy, con otras tentaciones a cuestas, ya habrá empezado a negociar los Presupuestos del 2018.