Contrapunto

Las razones del descontento a pesar de la recuperación

El INE constata que la desigualdad se mantiene y empeora para los jubilados

Cabecera de la manifestación de los pensionistas del 17 de marzo en Barcelona.

Cabecera de la manifestación de los pensionistas del 17 de marzo en Barcelona. / periodico

Salvador Sabrià

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Si las encuestas están bien hechas acaban reflejando en frías cifras los que se vive en la calle en caliente. La sensación generalizada de que la recuperación no está llegando con la misma intensidad a todas las capas de la población se ha constatado en la última Encuesta de Condiciones de Vida que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE) Encuesta de Condiciones de Vida Instituto Nacional de Estadística (INE)junto con otros organismos y entidades con parámetros homologables a muestras similares del resto de países de la Unión Europea.

La última de estas encuestas, realizada el año pasado con datos de los encuestados referidos al 2016 constata efectivamente que hay una mejora económica porque aumentan tanto los ingresos medios de los hogares, como por persona. Pero esta subida no ha logrado que la tasa de riesgo de pobreza se sitúe por debajo del 20%, o lo que es lo mismo, que uno de cada cinco españoles vive con menos de 8.522 euros al año. Este es el tope a partir del cual se considera que, con datos del 2016, una persona corre un riesgo real de situarse en la pobreza, porque no puede hacer frente a ningún tipo de gasto inesperado o tiene muchas dificultades para llegar a fin de mes, entre otros parámetros.  

Una de las novedades de la encuesta de este año, y así lo destacó también el INE, es el hecho de que aumenta el riesgo de pobreza entre los jubilados, y lo hace con bastante fuerza. Del 11% de los jubilados en esta situación en el 2015, se pasa al 13% en solo un año. Estos porcentajes pueden ayudar a comprender el malestar creciente de este colectivo que se ha expresado con contundencia en manifestaciones de todo tipo en ciudades a lo largo del país y que han forzado a subir las prestaciones al mismo nivel del IPC por parte del anterior Gobierno del PP.

Igual de preocupante es el dato de que hay un 14% de los ocupados a los que su sueldo no les da ni siquiera para salir del umbral de pobreza. Es exactamente el mismo porcentaje que un año antes, lo que refleja que las subidas salariales o han sido muy bajas, o inexistentes y, en todo caso, han dejado al margen a los colectivos que ya estaban peor. Es lo mismo que sucede cuando se analizan los datos por nacionalidad: hay una mejora general, pero sin embargo esta no alcanza al colectivo de extranjeros no comunitarios, cuya tasa de riesgo de pobreza por persona se mantiene sin variaciones, el 52,1% del colectivo.

Todas las muestras tienen un margen de error, pero esta se considera que es una de las más completas y bien elaboradas. En todo caso, señala las tendencias en cuestiones tan básicas como las condiciones de vida. Y las conclusiones son claras: aún hay mucho para mejorar, y además se ha aprovechado muy poco el crecimiento económico para reducir la desigualdad.