Análisis

Las elecciones de los 'losers'

La apisonadora de los perdedores ha convertido en irrelevante la hazaña de que C's se haya convertido en la primera fuerza del Parlament

Comparecencia de Albert Rivera e Inés Arrimadas para analizar los resultados electorales.

Comparecencia de Albert Rivera e Inés Arrimadas para analizar los resultados electorales. / periodico

OLGA RUIZ

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No es una moda ni una tendencia, es una realidad constatada: lo que de verdad se lleva en política es ser un loser, un loser rematado. Vamos, un perdedor de toda la vida, solo que el término en inglés lo convierte en algo mucho más cool, más deseable y menos ordinario.

Si no eres un loser, olvídate. Estás acabado. Ahora ya no es importante ganar, nadie valorará la importancia de la participación siquiera, ahora lo importante es perder, perder de verdad. Perder por todo lo alto. Si pierdes, ganas. Esa es la secuencia.

La elecciones del 21-D en Catalunya son un claro ejemplo del poder de los losers y su fuerte irrupción en la política actual. ¿Quién se acuerda de que las ha ganado un partido que se llama Ciudadanos y que además lo ha hecho en votos y en escaños? Nadie. Los naranjas han conseguido lo que era impensable en Catalunya: que un partido no nacionalista sea la primera fuerza política en el Parlament, y sin embargo la apisonadora de los perdedores ha convertido en irrelevante la hazaña. Tanto es así, que ninguna de las fuerzas independentistas dedicó un segundo de sus discursos a felicitar a la ganadora. ¿Para qué, si solo ha ganado unas elecciones?

ERC lo ha bordado

Sin embargo, los perdedores en esta cita electoral sí que tienen mérito. ¿Saben ustedes lo difícil que es perder unos comicios y que no te pase ningún tipo de factura política? ¡Como para no celebrarlo!

En estas elecciones hemos tenido losers de todo tipo. Desde los camuflados, a saber: aquellos que se han disfrazado de ganadores absolutos aun sabiendo que no lo son. Lo ha bordado ERC, cuya interpretación libre de sus resultados es entre curiosa y kafkiana. 

Los perdedores de En Comú/Podem han sido más moderados. Se puede perder y seguir construyendo para que Catalunya gane, han venido a decir. Una valoración marca de la casa, de esas que te dejan entre contento y enfadado, entre ilusionado y decepcionado. Bien, no sabes cómo te dejan porque no sabes qué han querido decir exactamente. Solo sabes que han perdido.

Podio para PSC y PP

Pero sin duda mis losers preferidos son aquellos que dan sentido al término, los que pierden de verdad, los que han fracasado. De ellos será el olimpo de los perdedores. El podio es para PSC y PPC en mayor o menor medida, siendo la menor no haber cumplido las expectativas creadas y la mayor el descalabro. Los líderes de ambos partidos han hablado, han reconocido su derrota, nos han ofrecido un muestrario de caras largas y tristes en sus comparecencias y… ya está. Ni un atisbo de cambio, ni un paso atrás ni a un  lado, más bien al frente. Eso sí, lo hacen por el bien de sus partidos, así que sus votantes y afiliados deberían darles las gracias por perder y seguir liderando para… ¿perder más? 

Imaginémonos por un segundo que en nuestros respectivos trabajos perjudicamos de forma descarada los intereses de nuestra empresa. ¿Cuánto tardarían en despedirnos? Olvidé decirles que los losers políticos nada tienen que ver con los perdedores corrientes. Una vez más, política y realidad son mundos paralelos. 

¡Felicidades, perdedores! ¡Lo siento, ganadores!