INSTRUCCIONES VATICANAS

Las cenizas de mamá

Me gustaría pensar en una Iglesia católica más humana, que no dé órdenes y sepa acompañar en el duelo

Urnas biodegradables con cenizas de difuntos, en el 2009, en un espacio del cementerio de Montjuïc.

Urnas biodegradables con cenizas de difuntos, en el 2009, en un espacio del cementerio de Montjuïc.

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Cada verano mi madre encontraba la tranquilidad de espíritu que anhelaba en Asís, la ciudad medieval de San Francisco. Al cabo de los años, sabía perfectamente en qué árbol quería que depositáramos sus cenizas. Llamadas al consulado italiano, a la embajada, al aeropuerto de Barcelona y al de Roma... Todo fue en balde. Cuando vi los 'carabinieri' y los perros policía tan cerca, agarré con fuerza la bolsa de deporte. Afuera, nevaba.

Un monovolumen grande alquilado para viajar todos juntos, silencio durante el trayecto y, al fin, una ceremonia íntima, preparada con delicadeza, amor y respeto. Las cenizas de mamá volvieron a la tierra, sentimos su presencia y, tímidamente, el sol se atrevió a salir de detrás de una nube blanca. Mamá está lejos, pero vuela por donde quiso volar. No escogemos nacer, no elegimos morir, nada podemos sobre la circunstancia de nuestra muerte. Ahora bien, asumido que somos mortales, dejadnos al menos pronunciar una palabra que conjugue con libertad. 

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Asumido que\u00a0","text":"somos mortales, dejadnos al menos pronunciar una palabra que conjugue con libertad"}}La Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano ha hecho públicas las "instrucciones" 'Ad resurgendum cum Christo' Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticanosobre la sepultura de los difuntos y la conservación de las cenizas. El Papa prohíbe su dispersión en la naturaleza o en casa, y obliga a conservarlas en cementerios o lugares sagrados. La Iglesia católica no aceptó la cremación hasta 1963 y a regañadientes, aunque ya en la época de los romanos fuera el ritual más extendido. Dice ahora que quiere prohibir abusos extravagantes.

EL ÚLTIMO TABÚ

Se equivoca. La muerte es el último tabú. Aquellos que en vida han viajado en el carro de la provocación, no querrán bajarse de él ni después de muertos. Que a Truman Capote le encantara que se subasten sus cenizas Truman Capoteo que Keith Richards esnifara las de su padreKeith Richards, nada tiene que ver con el deseo de respetar discretamente la última voluntad de nuestros difuntos. Me gustaría pensar en una Iglesia más humana, que no dé órdenes y sepa acompañar en el duelo. Que quiera ser madre, como la madre que nos vela desde Asís.