Dos miradas

La pócima

De niños, Mateo y Lucas soñaban con encontrar la «pócima» mágica que les permitiera ser lo que eran. No hace falta recurrir a la magia, basta con combatir la ignorancia y el rechazo de la transexualidad

mateo y lucas ocon  gemelos transexuales de malaga

mateo y lucas ocon gemelos transexuales de malaga / periodico

Emma Riverola

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Al nacer, las llamaron Lucía y Natalia. Hoy, casi 30 años después, son Mateo y Lucas. Son. No es solo un nombre. Es la respuesta de la voluntad de ser. Por el camino se han dejado la incomprensión de unos y la suya propia. Ahora, cuentan su experiencia en Youtube y dan más luz a la transexualidad, algo que no debería ser una lucha, sino una determinación incuestionable.  

La humanidad lleva siglos de avances científicos y tecnológicos, probando sistemas políticos y económicos, evolucionando el pensamiento, superándose en el arte, pero aún arrastramos velos de oscuridad en el conocimiento y la aceptación de nosotros mismos. La moral y las leyes tomaron nuestros cuerpos como terrenos de conquista. Sabiendo que, sometiéndolos a unas normas mutiladoras, también sujetaban nuestra ansia de libertad, nuestro cuestionamiento de lo establecido. 

Hemos convertido la sexualidad en otro producto. Leemos mil artículos sobre cómo vivirla más intensamente. Las mejores posturas, las zonas erógenas, las experiencias más extremas… El mercado nos ofrece multitud de gadgets para experimentar las sensaciones más placenteras. Pero aún no aceptamos con normalidad la individualidad de la identidad de género o la orientación sexual. De niños, Mateo y Lucas soñaban con encontrar la «pócima» mágica que les permitiera ser lo que eran. No hace falta recurrir a la magia, basta con combatir la ignorancia y el rechazo.