Tiembla, Beyoncé

La maternidad me alejó de la zumba. Pero he vuelto

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Imma Muñoz

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Si algún día la vida me da para escribir mis memorias, uno de los momentos culminantes será el parto de mi hija. No porque Nora sea lo más bonito que he hecho, que también, sino porque en una camilla forrada de papel desechable, y entre unos retortijones uterinos que ríete de los que provocan tres tazas de pseudocafé de máquina, oí una de las frases que más orgullosa me han hecho sentir: «Me cuesta horrores clavar la aguja. Tienes la espalda demasiado musculada». Y, aunque la comadrona se me había encaramado a los hombros en una poco ortodoxa llave inmovilizante y llevaba dos horas clamando por un pinchacito de epidural, si hubiera logrado dejar de morder la almohada mi cara habría lucido una sonrisa triunfante. ¡Sí! Dos años de machaque habían valido la pena: tenía músculos de acero.

Porque, antes de quedarme embarazada, yo no faltaba un día a mi cita con el gimnasio. No por deportista, sino por flipada. Entrenador personal (sentadillas, 'squats', abdominales en la 'fitball' con mancuernas a dos manos), gritos de subidón en la clase de 'spinning' y, sobre todo, sesiones de zumba que me permitían hacer realidad, por un ratito, un sueño: ser como una bailarina del ballet de Giorgio Aresu. Me faltaban la cinta y el tanga por encima de las mallas (porque el pudor y las hechuras me impelían a evitar el 'look' de qué-guapa-soy-y-qué-tipo-tengo y optaba más bien por el de camiseta-que-tape-el-culo), pero de actitud iba sobrada: morritos en los momentos más intensos de la coreografía, cara como un tomate y estertores de agotamiento, y, sobre todo y pese a ello, una sonrisa de oreja a oreja.

En el 2012, un estudio reveló que el deporte aumenta los niveles de oxitocina, y que eso nos anima a practicarlo. La que me metieron en vena a mí para que Nora lo tuviera más fácil debió de colmarme de tal modo que desde que llegó ella se esfumaron mis ganas (y mi tiempo) de gimnasio. Pero la vida son etapas, y ahora empieza una, lo intuyo, en la que voy a volver a reinar en la pista. Igual hasta me atrevo con la cinta y el tanga. ¡Tiembla, Beyoncé!

Periodista con aspiraciones de volver al gimnasio.