La rueda

Juan Carlos primero y Felipe después

MANEL FUENTES

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Cada año, el mensaje navideño del Rey consigue unas audiencias millonarias. Si bien es cierto que el hecho que lo emitan casi todas las televisiones ayuda, este año la cosa tenía un mayor atractivo ante la incomodidad manifiesta que a la Casa Real le están causando las actividades poco ejemplares del duque de Palma,Iñaki Urdangarín.

Los lugares comunes y la ambigüedad son muletillas con amortiguadores para los discursos televisados, y el Rey salió airoso un año más. Pero el caso es que muchos todavía andamos fascinados con el mensaje navideño que lanzó por escrito y con gafas de sol, unos días antes, apartando aUrdangarínde las actividades de la real casa, antes de cualquier imputación y con la presunción de inocencia vigente.

Más allá de la legalidad, está la ejemplaridad, y la Corona se sustenta en la imagen que le permite dar proyección exterior al conjunto del país. Según la última encuesta del CIS, la institución suspendió por primera vez con un 4,89. Aunque ya se sabe: el CIS nos representa a todos, a los ejemplares y a los que no lo son tanto. Un 4,89 no es ejemplar pero es casi un aprobado. Que de hecho solo lo consiguen las fuerzas armadas

La pregunta es: ¿siguiendo qué ejemploUrdangarínse lanzó a conseguir contratos como los que refleja la prensa? ¿Con qué finalidad algunas administraciones contrataban sus servicios? ¿Cuál era el concepto?

Entre la legalidad y la ejemplaridad, seguro que este año en Washington la duda está en si todavía escriben la carta a los Reyes o se apuntan a Papá Noel.

De todos los discursos de la Casa Real de estos días, quiero destacar el del príncipeFelipeen Catalunya. Austeridad para la Corona para adaptarse a los tiempos que corren, transparencia y ni una sombra de duda en la Fundació Príncep de Girona. Bravo. Orgullo y satisfacción. No sé si a partir de ahora va a haber menos monárquicos, pero los juancarlistas no tienen excusas para no ser también felipistas.